Rusia intervino militarmente en Ucrania para desnazificar ese país. Pero las potencias occidentales afirman que en Ucrania no hay nazis y que lo que quiere Rusia es invadir y anexar el país. Esta aparente incomprensión ha convertido la operación especial rusa en una guerra abierta. La realidad es que hechos similares a los registrados en Ucrania se han producido en los países bálticos desde 2005... e incluso en el Parlamento Europeo, desde 2016. Esos hechos demuestran que en realidad no se trata de una mera incomprensión sino de una estrategia deliberada de la OTAN. Esa alianza militar acaba de movilizar 53 Estados para oponerse en la ONU a la adopción de la tradicional resolución contra la glorificación del nazismo.
Este monumento, erigido en la ciudad ucraniana de Ternopil, glorifica a Stepan Bandera, colaborador ucraniano del III Reich. Según la publicación francesa “Tribune juive” [Tribuna judía], actualmente hay en Ucrania un centenar de monumentos que glorifican a diversos personajes que colaboraron con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Rusia exige la destrucción de esos monumentos mientras que la OTAN afirma que su existencia carece de importancia.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, los pueblos de las naciones occidentales estaban conscientes de los sufrimientos causados por las ideologías que afirman que la Humanidad se divide en razas y que ciertas razas son superiores a las demás. Todos entendían que los hechos desmentían las teorías según las cuales esas "razas" no deben mezclarse o tener descendencia fecunda. Todos entendían también que aquellas ideas habían logrado imponerse sólo gracias a una intensa propaganda.
Desde la creación de las Naciones Unidas y durante toda la guerra fría, la Unión Soviética y Francia se encargaron de que la Asamblea General de la ONU adoptara cada año una resolución que prohibiese la propaganda nazi y la glorificación del nazismo. Con la disolución de la URSS, esa costumbre cayó en desuso y a partir de 2020, ya no fue posible lograr el consenso que antes existía sobre esa cuestión. El 17 de diciembre de 2024, 53 países se opusieron al proyecto de resolución presentado en ese sentido y otros 10 optaron por la abstención [
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