En esto, la NSA violó burdamente el tratado de Washington con la ONU, que prohíbe tales manipulaciones solapadas. La NSA espiaba asimismo contra las representaciones de la UE domiciliadas en EEUU. Esto fue comunicado por la influyente revista alemana Der Spiegel, alegando los documentos recibidos de Edward Snowden. Hasta ahora no ha habido declaraciones oficiales de parte de representantes de la ONU o de Bruselas sobre la nueva porción de materiales comprometedores. Pero si aparecen, tendrán un carácter meramente "ritual", como en los anteriores desenmascaramientos de la actividad de la agencia, considera el experto del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú, Alexánder Tevdoi-Burmuli:
Todos están al tanto desde hace mucho que los norteamericanos espían contra sus aliados, usando diferentes medios técnicos y los aliados les pagan con la misma moneda. No hay nada nuevo ni extraordinario en esta práctica. Los europeos, lisa y llanamente, se vieron obligados a reaccionar a la publicación de dicha información, ya que salió a la luz pública. Pero esta reacción estaba dirigida no tanto a Washington cuanto a la ciudadanía europea.