Siria sigue resistiendo a la presión imperial estadounidense y a la de sus acólitos europeos neocoloniales que tratan de someterla.
Resiste a las mentiras de la prensa comercial occidental que desinforma al público de lo que realmente está pasando en este país desde que comenzaron las violencias y que no explica las verdaderas causas de este conflicto,
una guerra por el control de los recursos y corredores de gas y petróleo, conflicto generado desde afuera. Resiste en el plano militar frente a las numerosas
bandas de mercenarios fundamentalistas infiltrados en su territorio. Pero el precio que está pagando es elevado. El análisis de nuestro colega Pepe Escobar.
La máxima tragedia geopolítica de 2012 seguirá siendo la máxima tragedia geopolítica de 2013: la violación de Siria.
Tal como de vez en cuando me refiero a mis pasajes preferidos de Hemingway, he estado volviendo últimamente a algunas secuencias que filmé hace años en el zoco de Alepo - el más
extraordinario de todos los zocos de Medio Oriente-. Es como si me dieran un tiro por la espalda; me gustaba la arquitectura del zoco así como su gente y los comerciantes. Hace semanas, la mayor parte del zoco - el pulso vivo de Alepo durante siglos - fue incendiado y destruido por los «rebeldes» del llamado Ejército Libre Sirio (ELS)
Video: asesinato a sangre fría sobre un civil desarmado por las bandas de «rebeldes sirios que luchan por la democracia» apoyados por EEUU, Catar, Francia. En esta tragedia siria no hay un joven héroe de Hemingway, ningún Robert Jordan en las Brigadas Internacionales combatiendo junto a las guerrillas republicanas contra los fascistas en la Guerra Civil Española.
En la guerra civil siria, las brigadas internacionales son sobre todo las del tipo mercenario, salafista-yihadista, decapitadores y atacantes con coches bomba. Y los (pocos) jóvenes estadounidenses en el lugar son básicamente peones de alta tecnología en un juego escenificado por el rapaz club OTAN/CCG (la Organización del Tratado del Atlántico Norte y sus títeres árabes del Consejo de Cooperación del Golfo).
La tragedia continúa, el Estado sirio, y su aparato político y militar de seguridad mantendrán sus mini guerras relámpago sin preocuparse del «daño colateral». Al lado opuesto, comandantes «rebeldes» apostarán a un nuevo Consejo Militar Supremo alentado por saudíes y cataríes.