Las centrales sindicales, que llamaron al paro, buscan constituirse en un factor de poder de cara a las elecciones de 2015.
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Pese a la contundencia del paro nacional del jueves en Argentina, convocado por tres centrales obreras, los analistas coinciden en que, más que una medida de fuerza por demandas propias de los sindicatos enfrentados al gobierno de Cristina Fernández, se trató de una muestra del fuerte malestar generalizado por la situación de inseguridad y la inflación, pero también como una jugada política y, específicamente, una pulseada al interior del peronismo.
"Esta fue una medida que conectó muy fuertemente con una sensación de malestar generalizado al conjunto de la población, que recorre transversalmente distintos sectores, desde los de bajos ingresos a la clase media. Además, se conjugan una serie de situaciones dentro de las cuales, evidentemente, la puja política no puede ser soslayada", destacó a
La Tercera la analista Graciela Römer.
Comentario: Independientemente de los factores electorales que se están jugando en Argentina, no se puede desconocer la inflación, el descontrol de las cuentas públicas, el alto índice de presión impositiva sobre los asalariados, la inseguridad que se vive en las calles, sumado a las ansias de poder que demuestran tanto los oficialistas como la oposición, que se genere un clima preocupante en lo que repecta al futuro a corto plazo.