El preocupante auge de la ultraderecha en Francia ha logrado otra simbólica meta al ser la fuerza más votada este domingo en el departamento de Doubs, al noreste del país, donde se elige al diputado que sustituirá al socialista Pierre Moscovici, comisario europeo desde noviembre.
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La votación era especialmente significativa por ser la primera tras
los atentados yihadistas que han puesto a prueba a la ciudadanía y a sus líderes políticos.
En la primera vuelta de estos comicios parciales, el Frente Nacional logró el 32,6% votos, seguido por el Partido Socialista (28,5%) y por la Unión por un Movimiento Popular (26,5%). La baja participación -rozó solo el 40% de los 66.825 votantes- y la dispersión de apoyos a la izquierda -se presentaban cinco candidatos de distintas formaciones- perjudicó las aspiraciones del candidato socialista.
La candidata ultraderechista es la eurodiputada Sophie Montel, de 45 años, a la que su padre le regaló por su 18 cumpleaños el carné del FN.
Ha basado toda su campaña en criticar "la inmigración masiva" y "el peligro islamista". "Detener totalmente la inmigración legal y clandestina" y "rechazar el derecho de voto de los extranjeros" son dos de sus lemas en los carteles electorales.Tanto el candidato socialista, Frédéric Barbier, de 54 años y muy próximo a Moscovici, como el de la UMP, Charles Demouge, un profesor de matemáticas de 69 años, han basado su estrategia en frenar a la ultraderecha. "No a la candidata del FN, que tiene un programa irrealizable", ha clamado Demouge. "No a un FN demagogo con soluciones peligrosas para la cohesión social", añadía el socialista. La izquierda (comunistas, radicales o verdes) presentaba cinco candidatos, lo que originó una dispersión de sus votos, mientras la derecha y el centro presentaban un único aspirante, al igual que la ultraderecha.
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