© Sydsvenskan.seDieudonné M'Bala M'Bala
La campaña del Gobierno francés, los medios de comunicación y organizaciones influyentes para silenciar al humorista franco-camerunés Dieudonné M'Bala M'Bala continúa exponiendo una división radical en la percepción de la población francesa.
La "movilización" oficial contra el comediante, primero convocada por el ministro del Interior Manuel Valls dirigiendo una reunión del Partido Socialista el verano pasado, retrata al artista como un agitador antisemita peligroso, cuyo gesto quenelle (*) se interpreta como un "saludo nazi a la inversa".
Para sus fans y seguidores, esas acusaciones son falsas y absurdas.
El resultado más significativo del alboroto Dieudonné hasta ahora es probablemente la creciente comprensión, entre más y más gente, que
la "Shoah", o el Holocausto, funciona como religión semioficial Estado de Francia.En RTL televisión, el pasado 10 de enero, el conocido comentarista disidente Eric Zemmour (que resulta que es judío) observó que se era "grotesco y ridículo" asociar a Dieudonné con el Tercer Reich. Zemmour describe a Dieudonné como un producto de la multiculturalidad de la izquierda francesa. "Es la izquierda la que nos ha enseñado desde el mayo del 68 que está prohibido prohibir, que debemos escandalizar a la burguesía. Es la izquierda la que ha convertido a la Shoah en la religión suprema de la República... "
Zemmour sugirió que Dieudonné estaba provocando a "la respetable burguesía de izquierdas" y que "reprocha a los judíos que quieran conservar el monopolio y robar la primacía del sufrimiento de los descendientes de la esclavitud".
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