(Especial para ARGENPRES.info)
© Desconocido
Bien sabemos que el G-20 es un foro de lo más importante del mundo actual. Según cuenta la historia, la conferencia inaugural del G-20 se llevó a cabo en Berlín entre el 15 y el 16 de diciembre de 1999 organizada por los ministros de finanzas de Alemania y Canadá. Y desde el 25 de septiembre de 2009, tras la gran crisis económica iniciada en 2008, se convirtió en el organismo más importante encargada de la observación de la situación económica mundial, desplazando así al viejo y super endeudado G-7 e incluso al G-8 (hoy desactivado). Está compuesto por 19 países (Argentina, Australia, Brasil, Reino Unido, Alemania, la India, Indonesia, Italia, Canadá, China, México, Corea del sur, Rusia, Arabia Saudita, Estados Unidos, Turquía, Francia, Sudáfrica, Japón) y la Unión Europea como bloque económico. Los miembros del G-20 cuentan con más del 80% del PIB mundial, el 80% del comercio internacional y dos tercios de la población mundial.
Entre el 15 y 16 de noviembre de 2014 se efectuó la IX cumbre de este G-20 en Brisbane, la tercera ciudad más grande de Australia. Asistieron, entre los principales, los mandatarios de China, Estados Unidos y Rusia, Xi Jinping, Barack Obama y Vladimir Putin, respectivamente.
Cierto, la cumbre se cumplió en medio de una gran tensión mundial:
Dos meses antes: el 20 de septiembre de 2014 Rusia prueba misiles Iskander-M en los ejercicios militares en el Extremo Oriente. El 22 de septiembre de 2014 (como informa AP), por primera vez en la historia, China ha atracado un destructor de su Armada en un puerto iraní de Bandar Sur-Abbas, justo al otro lado del Estrecho de Ormuz. El 23 de septiembre de 2014 Estados Unidos estaba bombardeando Siria so pretexto de lucha contra el Estado Islámico (EI, su brazo armado de distracción). Por esos mismos días (tercera semana de septiembre de 2014) Estados Unidos se increpaba en un impulso de su programa atómico, actualmente en fase de desarrollo, con un costo de mil millones de dólares en las próximas tres décadas, según un estudio federal reportado por el New York Times.
Y, más recientemente (hechos que ocurrieron en noviembre de 2014), antes de la IX Cumbre del G-20: el 06 de noviembre de 2014 los militaristas estadounidenses estaban probando una versión modernizada del sistema de defensa antimisiles Aegis, el mismo que sería desplegado en la base de la OTAN en Rumania. El 13 de noviembre de 2014 se tuvo noticias de que había claros signos de que Kiev estaba preparando sus ataques contra el Este de Ucrania. También ese mismo día (13 de noviembre de 2014) se tuvo conocimiento que el Kremlin había ordenado a sus fuerzas aéreas a incrementar las patrullas de su aviación remota sobre el Golfo de México y el Caribe. Sin olvidar que un día antes, el 12 de noviembre de 2014, el presidente ruso, Vladimir Putin, advertía fuertemente al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sobre el tema sirio. La conversación terminó cuando el presidente Putin dijo que si Turquía llevaba a cabo una agresión contra Siria, Rusia haría frente a la misma. Erdogan contestó: "¿Me amenazas con una guerra?". Putin respondió: "Entiéndelo como te plazca" (1).
Cierto, aunque, la cumbre se efectuó con aparentemente normalidad, incluso, con sesiones de fotos y muestras de gala entre los asistentes (anfitriones y visitantes), en las sombras hubo gran agitación. Las intrigas y las maquinaciones debidamente manejadas por los servicios de inteligencia debidamente apostados en los ambientes del centro de convenciones de Brisbane, era fortísimo. No olvidemos que estamos en medio de una gran confrontación de grupos de poder mundial donde las mismas declaraciones públicas de los jefes de estado son milimétricamente observadas como en realidad se efectúan sus avances en sus tecnologías de guerra, en las más completas suspicacias y misterios.
Sobre esto algo para recordar: lo ocurrido el 05 de agosto de 2013 en la prefectura de Okinawa cuando un helicóptero HH-60 perteneciente a la Infantería de Marina de Estados Unidos se precipitó al mar cuando se encontraban en pleno entrenamiento en Naha. Ese día el Pentágono prohibió de manera unilateral el paso de cualquier nave civil (incluso de Japón) en un radio de 11 kilómetros y una altura de tres kilómetros, todo para recuperar su helicóptero caído (2).
Los murmullos e intrigas cobardes del entorno del presidente estadounidense, Barack Obama, en comparsa con las de Reino Unido y Canadá, habrían llegado hasta los oídos del presidente ruso, Vladimir Putin, que luego lo obligaron adelantar su retorno,
no tanto como un temor a estos, sino, más bien, como un puntillazo directo al decadente sistema financiero que sostiene al dólar.
Entonces las prensas toxicas de Estados Unidos y Europa recibieron la orden de actuar, es decir, a preparar sus materiales con mentiras y manipulaciones, como en efecto ocurrió después.
Pero, en realidad, ¿Qué sucedió allí?
Comentario: Como ya se vuelve constumbre, las palabras de Lavrov constituyen un respiro de verdad entre todas las mentiras que leemos y escuchamos diariamente.
Para ver conocer más al respecto de cómo occidente apoyó el golpe institucional y apoyaron a grupos ultranacionalistas que lanzaron una masacre contra el pueblo de Ucrania, vea: