EL CAIRO, 15 may (IPS) - Más de dos años después de desempeñar un papel fundamental en la Primavera Árabe de Egipto, las redes sociales pasaron a tener un rol menos positivo, al servir como plataforma para la incitación, la propagación de rumores y la total desinformación.Durante la revuelta popular de 18 días que ocurrió en este país a principios de 2011, las redes sociales, en especial Twitter y Facebook, facilitaron la organización de manifestaciones masivas, con su epicentro en la emblemática plaza Tahrir, y oficiaron de plataformas para articular demandas políticas.
Las mismas redes sociales que los activistas utilizaron para derrocar a (Hosni) Mubarak ahora sirven para conseguir objetivos políticos de corto plazo, manipular a la opinión pública y hasta incitar a la violencia", dijo a IPS el especialista Adel Abdel- Saddiq, del Centro Al-Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos, con sede en El Cairo.
"Estos nuevos medios resultaron esenciales para movilizar a cientos de miles de manifestantes en múltiples lugares y de forma simultánea", dijo a IPS el conocido politólogo Ammar Ali Hassan.
"También permiten que los usuarios obtengan información y noticias de fuentes diferentes a los canales gubernamentales oficiales", añadió.
Las redes sociales también pasaron a ser un espacio para comunicados oficiales. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), por ejemplo, sigue publicando comentarios y declaraciones oficiales en Facebook.
Ese órgano gobernó el país desde la salida de Mubarak hasta la asunción del presidente Mohammad Morsi, el 30 de junio de 2012.
"Tras la revuelta, la clase políticamente activa adoptó Facebook como su medio de comunicación preferido", explicó Abdel-Saddiq.
Detalló que "el entonces gobernante CSFA se dio cuenta de eso y comenzó a comunicarse con el público a través de ese medio, que resultó tan decisivo para la caída del régimen" de Mubarak, en el gobierno desde 1981.