
El Primer Ministro israelí, Benyamin Netanyahu, muy sonriente con el Primo Ministro de Italia, Enrico Letta.
El símbolo no podría ser más significativo. En los territorios ocupados, las autoridades y los colonos israelíes han arrancado de raíz y robado o destruido alrededor de 3,5 millones de olivos para acabar con la agricultura palestina, privándola además de su propia agua. Y lo hacen con ayuda de Alemania y de Gran Bretaña, países que bloquean el acceso de Palestina al International Olive Council - la organización internacional de productores de olivo, entre cuyos miembros se encuentra Israel - porque su presencia en ese foro sería «sabotear las negociaciones de paz israelo-palestinas». Mientras tanto el «genocidio de los olivos» no deja de intensificarse. El 28 de octubre de 2013, caza-bombarderos israelíes bombardearon un olivar en la franja de Gaza.
Comentario: Y España va por el mismo camino que Detroit. Bienvenidos a la era de la insolvencia:
Las ciudades españolas que pueden repetir el destino de Detroit