En la alianza estratégica entre China y Rusia está el epicentro del nuevo orden mundial. Entre ambas están siendo capaces de arrastrar a Eurasia, siendo la principal señal del declive de Occidente y, de modo muy particular, de los Estados Unidos.© Desconocido
"ASIA PARA LOS asiáticos" se titula el artículo de la prestigiosa Foreign Affairs, donde Gilbert Rozman explica que la amistad chino-rusa llegó para quedarse. No se trata de un artículo cualquiera, escrito por un periodista del montón en un medio de segunda fila. Rozman es profesor de sociología en la Princeton University, autor de numerosos ensayos y libros sobre Asia, incluyendo su último "El pensamiento estratégico chino hacia Asia" (1).
Ambas potencias comparten algunas visiones que Rozman detalla: "han desafiado el orden internacional, apoyándose dándose mutuo respaldo diplomático para enfrentar sus problemas en Ucrania y Hong Kong"; comparten una "identidad nacional por la que se definen en oposición a Occidente", y, lo que quizá sea más relevante, "están de acuerdo en que el orden geopolítico de Oriente debe oponerse a Occidente, lo que ha acercado significativamente las relaciones bilaterales" (Foreign Affairs, 29 de octubre de 2014).
La mayoría de los analistas occidentales, buena parte del público y hasta las elites políticas, sobreestiman las tensiones sino-soviéticas durante la guerra fría y no toman en cuenta que "desde 1990 las autoridades de Rusia y China han lamentado aquellas tensiones". Ahora las cosas han cambiado considerablemente, ya que Rusia no quiere, ni puede, ser el socio dominante de la relación. "Ambos han acusado a Estados Unidos de seguir con una mentalidad de guerra fría agresiva, tratando de contener sus legítimas ambiciones en sus regiones", destaca Rozman.
Seis son las razones que considera para afirmar que la alianza ruso-china será duradera. Primero, sienten "orgullo de la era socialista". Dos, hacen hincapié en "sus diferencias históricas con Occidente", ya que ambas naciones fueron víctimas de los diversos imperialismos. Tres, rechazan el modelo económico que entró en crisis en 2008, al que "consideran inferior a sus propios modelos". Cuatro, estrechan relaciones como forma de hacer frente a las actuales amenazas externas. Cinco, están del mismo lado en las principales disputas globales. Seis, "hay campañas oficiales en ambos países para promover la identidad nacional".
Comentario: La entrevista a la famosa revista francesa fue mucho más jugosa, como se relata en nuestra versión Sott en inglés, el Presidente de Siria declaró que el terrorismo se está exportando a Medio Oriente desde Europa, especialmente desde Francia, y también criticó a los países occidentales por apoyar políticamente a los terroristas en la región.
Es bueno escuchar por fin a Assad hablar sobre lo que está pasando en Siria en estos últimos meses. El silencio de Siria ha dado lugar a especulaciones que sugieren que el liderazgo sirio había dado un apoyo tácito a los ataques aéreos ilegales de EE.UU., viendo cualquier ayuda en la lucha contra el Estado Islámico como un plus.
Pero la reunión de Lavrov con Mu'allim una semana antes, pudo haber cambiado esto. Ahora parece que Assad está golpeando todos los puntos correctos acusando a Occidente por su intromisión descarada y psicopática con la soberanía de Siria.