Los Dueños del Circo
Este resultado se da en medio del nerviosismo que ha generado entre los inversionistas la decisión de Standard and Poor´s (S&P) de rebajar por primera vez en la historia la nota de la deuda de EEUU, desde la máxima posible de AAA hasta AA+.
Algunos analistas consideraron además que la caída del petróleo este lunes fue una continuación de las pérdidas de la semana pasada, cuando acumuló un retroceso de 9,2% ante el miedo al debilitamiento de la economía de EEUU.
"La dificultad de recuperación de las economías europeas y de la propia economía estadounidense es considerable. En esos países, los líderes políticos no han estado a la altura de la complejidad de la situación y han arrojado al mundo las consecuencias de sus incapacidades. No han conseguido, hasta el momento, encontrar soluciones sensatas" a la crisis, dijo la ministra jefe del Gobierno brasileño, Gleisi Hoffmann,
"Los tiempos son duros y precisamos estar preparados para proteger a Brasil de esta grave crisis", destacó Hoffman, durante su discurso de apertura en un seminario sobre la clase media en Brasilia.
La crisis social en Europa - Marginalidad, desempleo y ajuste se combinan en el estallido de Londres
Muchos de los protagonistas citados por agencias internacionales señalan que la frustración es creciente debido a la mala situación económica que llevó al gobierno británico a recortar de manera drástica muchos de los servicios sociales, lo que ha provocado aún más desencanto entre la población.
"La tensión está creciendo a causa de las medidas que está tomando el gobierno para recortar costos. Las personas de las comunidades más pobres de Londres y del resto del país comienzan a sentirse víctimas de estas decisiones", afirmó un vecino citado por Reuters.
Wall Street sufrió su peor caída desde 2008 y el impacto se contagió por el planeta.principalmente en los mercados financieros de América Latina
La baja de la calificación de la deuda de EE.UU. el viernes y las cada vez más crecientes señales sobre un nuevo proceso recesivo en la economía mundial hicieron derrumbaron los mercados globales.
Pese a la movilización de gobiernos y autoridades financieras para contener el pánico, el temor a una nueva recesión global y el nerviosismo de los inversores ante la rebaja crediticia de EEUU de AAA a AA+ por la agencia Standard & Poor's (S&P), el viernes pasado, hizo que se desplomaran las bolsas del mundo entero.
Los mercados recibieron con agrado el anuncio del Banco Central Europeo de que compraría obligaciones de España e Italia para reducir su rendimiento. Pero las principales bolsas, que a media mañana del lunes se habían recuperado, volvieron a bajar. Madrid y Roma aún continúan en verde, pero no con los márgenes del alza 3% que alcanzaron.
París y Frankfurt también operan en baja, con registros de -3% y -2%, respectivamente.
El BCE está dispuesto a comprar deuda española y europea si hay inversores que se retiran, indicó el lunes a una radio francesa el ministro francés de Economía, Francois Baroin.
La Policía dijo que las acusaciones incluyen malversación de fondos públicos y contratos fraudulentos, pero no dio más detalles.
Una serie de escándalos de corrupción han sacudido el joven gobierno de la presidenta Dilma Rousseff. Su jefe de gabinete fue obligado a renunciar hace dos meses luego que surgiesen cuestionamientos sobre cómo ganó millones de dólares en un negocio de consultoría mientras era legislador.
El descenso de la calificación de Estados Unidos ha provocado una reacción negativa en las principales bolsas latinoamericanas. Los expertos temen que Brasil, México y Colombia sean las tres economías más afectadas de América Latina por la degradación de la deuda soberana estadounidense. De momento la caída más brusca ya se ha registrado en Brasil.
¿Fueron los malos datos económicos de EE.UU., la repentina ralentización de la producción, la disminución de los gastos del consumidor, la contracción del PIB o los continuos problemas en el mercado de la vivienda?
No. Aunque la perspectiva de una doble recesión ha provocado la caída de las acciones durante dos semanas, el crash del jueves tuvo que ver sobre todo con Europa.
El jefe del BCE, Jean Claude Trichet, provocó pánico cuando anunció que el Banco Central reanudaría sus compras de la deuda irlandesa y portuguesa, pero no dio ninguna indicación de que compraría bonos de Italia y España en dificultades. (El bono soberano a diez años de Italia se ha disparado a más de 6% en los últimos días, una señal de creciente ansiedad). Los inversionistas interpretaron el significado del anuncio de Trichet como una señal de que el BCE no apoyaría el tercer mercado de bonos del mundo (Italia), de modo que los rendimientos de los bonos seguirían aumentando mientras bancos en toda la UE sufrirían pérdidas devastadoras. Eso provocó una tormenta en el mercado de bonos que se propagó rápidamente a los valores enviando los mercados globales a una caída en picado y eliminando 4,4 billones [millones de millones] de dólares de capital.
Por lo tanto, ¿qué significa todo esto?
Significa que nada ha cambiado desde la caída de Lehman hace tres años. Significa que las regulaciones básicas que se establecieron después de la Gran Depresión no se han restaurado, de manera que el sistema financiero sigue siendo tan inestable y propenso a las crisis como en 2008. Volvimos al punto de partida. Los bancos están tan subcapitalizados que el BCE tiene que tomar medidas de emergencia para impedir una posible catástrofe. El Financial Times lo resume como sigue:
"Italia puede permitirse ignorar el aumento de los rendimientos de los bonos durante meses. Los bancos europeos no pueden esperar. Las preocupaciones por los bancos, medidas por la brecha entre los acuerdos de tipos de interés futuros y de los swaps de índices medio a un día, son ahora peores que en el clímax del pánico del año pasado por Grecia. Las acciones de los bancos de la Eurozona estuvieron por última vez a un nivel tan bajo en abril de 2009, justo después de que el mercado llegara a su nivel más bajo." ("Dr Trichet's medicine leaves bitter after-taste", Financial Times)
Francia, Alemania, Estados Unidos y el Banco Central Europeo (BCE) con Jean Claude Trichet a la cabeza, se apropiaron del espinoso liderazgo para intentar calmar a los mercados bursátiles y alejar otro peligro de recesión.
Sin embargo, los economistas no están convencidos de las proyecciones actuales y temen que sirvan apenas de paliativos a lo que tuvo su origen en una crisis sistémica del capitalismo, incapaz hasta ahora de reformarse profundamente.
Este último enunciado es del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, quien en su afán de conquistar el protagonismo internacional fue uno de los promotores del Grupo de los 20 (G20), un nuevo diseño de concertación en el orbe.
En la actualidad Sarkozy encabeza el G20 y el Grupo de los Ocho (G8) y se vio obligado a interrumpir sus vacaciones tras el "jueves negro" bursátil y la debacle en curso viernes, sábado y en menor medida ayer domingo.
He podido circular con toda libertad, en Deera, Damasco, Homs, Hama, Maarat-an-Nuuman, Jisr-al-Shugur, a lo largo de la frontera turca, en Deir-ez-Zor, en todos los lugares donde los medios de comunicación informan de que hay problemas...
He constatado que hay distintas protestas, a veces violentas y cuyos objetivos no se identifican con los de demócratas pacíficos. Los Hermanos musulmanes, en particular, ambicionan la instauración de una república islámica, lo que aterroriza a los cristianos y a la mayor parte de las otras minorías.
Pero, además del objetivo de mi investigación, me sorprendió constatar que la imagen de Siria propuesta por los medios de comunicación occidentales, imagen de un país en revolución, no corresponde en ningún caso a la realidad observable sobre el terreno.
Los grandes movimientos del comienzo se han apagado, sobre todo a causa de la represión, y las manifestaciones no reúnen a más de varios centenares de personas solamente, con frecuencia a la salida de las mezquitas, no sin una influencia islamista.
Así, en la ciudad de Hama, sede de los Hermanos musulmanes, casi en estado de sitio, tienen lugar aún grandes manifestaciones.
Centro de una violenta revuelta, en 1982, que fue aplastada por Hafez al-Assad, el padre del actual presidente, Hama está hoy cercada por carros blindados, pero el gobierno ha elegido evitar el baño de sangre, por temor a las reacciones de la comunidad internacional, y ha optado por dejar que la situación se vaya degenerando.