OF THE
TIMES
Introducción de Tom Engelhardt
Pensad en el nuevo "Califato" del Estado Islámico (EI), el antiguo Estado Islámico de Iraq y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés), como un regalo que George W. Bush y Dick Cheney hacen al mundo (con la ayuda de los sauditas y otros financistas del extremismo en el Golfo Pérsico). Qué extraño es que tengan tan poco crédito por su surgimiento gracias al hecho de que el proyecto de Oriente Medio, tal como fue pensado por la Europa de las potencias coloniales tras la Primera Guerra Mundial, ha sido anegado por una ola de sangre.
De no haber sido por la decisión de George y Dick de realizar un "paseo militar" por Iraq; de no haber agitado el espantajo de la destrucción nuclear y no haber proclamado que el régimen de Saddam Hussein estaba de algún modo vinculado con al-Qaeda y por lo tanto con el atentado de las Torres Gemelas; de no haber enviado decenas de miles de soldados estadounidenses a una Bagdad incendiada y saqueada ("son cosas que pasan"), desbandado el ejército iraquí, construido bases militares por todo el país y dejado llevarse por sus fantasías de eterna dominación del principal centro de producción de petróleo del planeta, independientemente de las tensiones étnicas y religiosas existentes en la región, el ISIS habría sido una posibilidad muy improbable. Fueron ellos quienes provocaron el impulso que rompió el equilibrio de poder existente en el lugar y crearon el vacío que un movimiento como el ISIS estaba tan horrorosamente bien preparado para llenar.
Con todo, es importante echar una mirada retrospectiva. En septiembre de 2001, cuando Geoge y Dick lanzaron su "guerra total contra el terror" para aniquilar - así explicaron entonces - las "redes terroristas" o, como ellos preferían decir, "desecar la ciénaga", en hasta 60 países, había algunas bandas yihadistas desperdigadas por el mundo, y al-Qaeda tenía un par de campos de entrenamiento en Afganistán y algunos seguidores por ahí. Hoy día, después de las invasiones de Afganistán e Iraq y la intervención del poder aéreo en Libia, después de años de bombardeos con drones (o con aviones tripulados) en todo Oriente Medio, los grupos yihadistas son una amenaza en Yemen y en Pakistán, se extienden por África (en coincidencia con las unidades militares estadounidenses), y el ISIS se ha hecho con importantes zonas de Iraq y Siria, hasta la misma frontera con Líbano, y continúa expandiendo su dominio asesino a pesar de la renovada campaña estadounidense de bombardeo que en el largo plazo solo conseguirá fortalecer a ese movimiento.
¿Hay alguien que haya informado de esta pesadilla mejor que el periodista Patrick Cockburn del periódico británico Independent? Según mi parecer, no. Desde hace años, él es la persona que tiene la mirada más aguda del desarrollo de los acontecimientos en la región. En coincidencia con la publicación de un nuevo libro sobre Oriente Medio, vuelve a hacer una de sus raras apariciones en TomDispatch (la última fue en 2008). Este mes aparece su último e imprescindible libro, The Jihadis Return: ISIS and the New Sunni Uprising. Hoy, este sitio web presenta un pasaje del primer capítulo del libro, que cuenta por qué la guerra contra el terror ha fracasado (y el porqué de la insistencia de Washington en invadir algún lugar, que podría ser Arabia Saudita). Se incluye también una introducción escrita especialmente para TomDispatch. Nuestro agradecimiento para su editor, OR Books.
Comentario: Es triste ver hasta qué punto el mundo acepta que personas belicosas como Obama sean laureadas con el Nobel de la Paz, sin embargo, eso solo muestra de que este Nóbel no representa la realidad y que la corrupción ha inundado cada rincón de nuestra sociedad. Los intereses imperialistas de EE.UU. llevan mucho tiempo planeando atacar Siria. Ya intentaron entrar en guerra con la excusa de la amenaza nuclear. Afortunadamente, la intervención de Rusia impidió el primer ataque.
Obama difícilmente será un aliado de Siria, todo este discurso de acabar con el Estado Islámico allí es un excusa para, esta vez sí, invadir dicho país y volver a reflotar su fallida guerra contra el gobierno de Assad. Sobre todo, si tenemos en cuenta que el Estado Islámico ha sido creado por EE.UU. y la OTAN:
* Exagente de CIA reconoce el obvio papel de EEUU en la creación del EIIL
* Yihadismo e industria petrolera, ¿quién está detrás?
* Patrocinando el caos: "El EIIL en Irak sigue el plan sucio orquestado por la CIA y la OTAN"
* Estado Islámico: las contradicciones de EEUU en su intervención en Irak y en Siria
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