En el discurso que pronunció después de confirmarse su reelección, el presidente ruso, Vladimir Putin, mencionó una posibilidad de arreglo en Ucrania. Rusia aceptaría la propuesta del ex jefe supremo de las fuerzas de la OTAN, el almirante estadounidense James Stravidis, para una solución similar a la utilizada en la península de Corea.
Según esa solución el río Dniéper serviría de barrera y de frontera natural entre Rusia y Ucrania y Rusia abandonaría su proyecto de liberar Odesa y de extender su control hasta la región de Transnistria. Por su parte, Ucrania debería renunciar a recuperar la península de Crimea, la región de Donbass y la mayor parte de la Novorrosiya (Nueva Rusia).
Sin esperar la respuesta de la OTAN, Francia ha desplegado su Legión Extranjera en la región de Odesa [
1]. El presidente francés, Emmanuel Macron, estima que el despliegue de esa fuerza militar francesa hará que Rusia no se atreva a avanzar hacia Odesa ni a conectar Transnistria con la Novorrosiya.
El director del SVR (la inteligencia exterior rusa), Serguei Narichkin, declaró que el gobierno de Francia tiene previsto desplegar 2 000 hombres en Ucrania y subrayó que los militares franceses se encontrarán con «
la espada» de la Federación [
2].