Traducido por el equipo de SOTT.net

© UnknownLa crisis de la UE
La Unión Europea está absolutamente devastada. Sigue sin estar claro por qué exactamente ocurre esto. Algunos dicen que se debe a que Estados Unidos la ha abandonado, desplazando su atención de Europa al Pacífico, en particular a China. Otros sostienen que el temor de la UE se debe a su incapacidad para defenderse de las amenazas, en particular de su archienemiga, la Federación Rusa. Otros afirman que la desesperación se debe a la pérdida de liderazgo, lo que no deja de ser irónico:
tanto hablar de libertad y, sin embargo, Europa parece tener miedo de ser libre. Europa tiene miedo de separarse de EE.UU. y, ante esta posibilidad, se siente abandonada.
Sea cual sea la razón, todas estas explicaciones se reducen a una sola cosa: la pérdida de su centralidad. La Unión Europea, a menudo confundida con "Europa" por quienes no entienden qué es realmente "Europa", está aterrorizada ante la posibilidad de perder definitivamente su centralidad.
Apodada el "viejo continente", Europa Occidental ha sido durante siglos la sede y la cuna de las ideas más avanzadas de la civilización y la receptora de los recursos expoliados del mundo. La "civilización" europea representó, en términos de importancia durante ese periodo, lo que en su día representaron las antiguas civilizaciones de Grecia y Roma.
Desde la antigua Grecia hasta la Roma republicana e imperial, desde la Francia de la Ilustración hasta la Inglaterra liberal, y terminando con la Rusia socialista,
Europa ha sido la cuna de algunas de las ideas más transformadoras de la historia de la humanidad. Estas ideas, con todas sus inherentes contradicciones, hicieron avanzar al mundo.
Pero Europa también ha sido la fuente de algunas de las mayores tragedias de nuestro tiempo, desde la Inquisición hasta el despotismo, desde la trata de esclavos hasta la esclavitud, desde el capitalismo salvaje hasta el fascismo y el nazismo. Siempre ha demostrado que
para cada momento de acción, sueño y aventura, hay una reacción, pesadilla y distopía correspondientes. Europa no sería lo que fue, ni lo que es, sin estas dos caras de la moneda, como no lo sería ninguna civilización. Forma parte de la condición humana. No debemos olvidar que
los Estados Unidos hegemónicos e imperiales y la China socialista superindustrial son también resultados concretos de la influencia europea y de sus ideas centrales de civilización.
Es como si cada uno de ellos representara un polo opuesto de la disputa ideológica que tuvo lugar dentro de la propia Europa.
Comentario: Una lectura larga pero inteligente