Los Dueños del Circo
Reiteró su presunto desconocimiento el viernes 19 en una larga conferencia de prensa convocada en razón de las próximas elecciones germanas: "Alemania no es un Estado donde impera el espionaje", dijo, y repitió que se enteró por los medios de la red de la NSA que Snowden desnudó (//es.euronews.com, 18-7-13). Aun cuando en apariencia no fuera éste el asunto que más preocupa al electorado alemán, la oposición piensa explotarlo.
Diez años atrás, Brasil legalizó cultivos de soja transgénica, cediendo a la presión de la agroindustria. Hoy es el segundo mayor productor de organismos vegetales genéticamente modificados, detrás de Estados Unidos.
Los transgénicos se venían cultivando clandestinamente en Brasil desde la segunda mitad de la década de 1990.
El año 2003 marcó un hito, con el decreto 4.680 que reglamentó el etiquetado de alimentos que contuvieran al menos uno por ciento de organismos transgénicos.
Durante el año 2012 se produjo en estos países una embestida de las corporaciones del agronegocio sobre los territorios y las instituciones imponiendo nuevos transgénicos, mayores riesgos por aplicación de agrotóxicos y cambios en las políticas que sólo tiene precedentes en la primera imposición de los transgénicos, durante la segunda mitad de los años 90. Esta nueva avanzada corporativa se da en un marco distinto, ya que ahora ocurre con la presencia en toda la región (por lo menos hasta junio del año pasado) de gobiernos "progresistas" críticos del neoliberalismo y que en algunas de sus políticas han comenzado a modificar las políticas neoliberales impuestas en los años 90 con una mayor presencia del Estado regulando la economía y asumiendo un rol activo en aspectos sociales, educativos y sanitarios.
Sin embargo, en términos de modelo agrícola y producción de alimentos no sólo no ha habido en todo este tiempo un cambio de modelo ni una autocrítica a los problemas producidos por la implantación masiva del cultivo de soja transgénica con alto altos niveles de uso de agrotóxicos. Por el contrario, este modelo se ha ido consolidando y es defendido a rajatabla por todos los gobiernos de la región que lo asumen como política de Estado, en todos los casos. Los graves problemas que han surgido o se han agudizado, tales como los impactos de los agrotóxicos, los desplazamientos de campesinos y pueblos originarios, la concentración de la tierra o la pérdida de producciones locales, son considerados "efectos colaterales" y se abordan, cuando la presión social lo consigue, de manera fragmentada y puntual. No incluimos en este análisis a Bolivia, pues si bien la región de la "medialuna", con Santa Cruz de la Sierra a la cabeza, es parte de la "República Unida de la Soja" las posiciones, políticas y debates planteados desde el Gobierno de Evo Morales se diferencian ampliamente del resto de los gobiernos (y esto le vale el enfrentamiento con estos sectores del poder de la medialuna que claramente han planteado su intención separatista).

Enfermeras con trajes de protección despiden a sus colegas víctimas de la epidemia del SRAS en 2003. Según observadores, las cifras de muertos en la epidemia fue mucho mayor que la admitida por las autoridades.
Al informar sobre desastres en sus regiones, las autoridades locales deben atenerse a las cifras de víctimas predeterminadas por el Estado; generalmente no se permite revelar las cifras verdaderas.
Durante las lluvias torrenciales que hubo a principios de mes en Beijing, nadie tuvo "permitido morir".

Un tour de activistas partirá la tarde del 5 de agosto 2013 desde el Capitolio en Washington, y recorrerá 3.300 kilómetros del país hasta Nueva York, con el lema “Vamos a comer pescado. Tenemos derecho de saber si estamos comiendo transgénicos”. A su paso llegarán el 15 de agosto a Seatle donde los espera un Festival de comida de pescado.
Como evitar comer alimentos transgénicos, que los últimos estudios sostienen causan graves enfermedades progresivas y limitantes en los animales, incluyendo la muerte, se está transformando en una lucha por los Derechos Humanos.
Aunque docenas de naciones en el mundo exigen el etiquetado de los Productos Modificados Genéticamente (OGM), en muchos países esto no es una obligación. Sumado a este hecho, en los supermercados se venden alimentos como la leche, yogurt y queso con trazas de estos genes o proteínas extrañas por ser productos de animales alimentados con transgénicos.
Esta última alternativa consiste en utilizar los recursos de la CPU y GPU para realizar complejos cálculos matemáticos criptográficos. Si se logra resolver el cálculo de un bloque, el usuario recibe 50 monedas electrónicas. Aunque dicho proceso parece simple, el dinero digital está diseñado de tal modo que la minería se va dificultando y su obtención requiere de mayor poder de cómputo y tiempo.

Un cliente tiene joyas de oro en Ahmedabad, India, 12 de mayo. La caída del precio del oro incrementó su venta en países como India y China.
Puesto que fundamentalmente el oro no genera ingresos y, por el costo relativamente caro para almacenarlo, su valoración es históricamente difícil de evaluar. Recientemente, con el aumento del dólar en EE.UU., y junto al aumento de las tasas de interés, el dinero contante comenzó a sacarse de los fondos de oro para negocios en la bolsa (ETFs) y otros canales, sobre todo, en acciones estadounidenses.

Halliburton hizo una contribución voluntaria de US$55 millones a la Fundación Nacional de Peces y Vida Salvaje.
Una declaración del Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo que -sujeto a la aprobación del tribunal- Halliburton también había aceptado pagar la multa máxima contemplada en la ley, permanecer bajo supervisión durante tres años y seguir cooperando con el gobierno de EE.UU. en la investigación criminal en curso.
«Sembrando el caos en la Unión Soviética sustituiremos sus valores, sin que sea percibido, por otros falsos, y les obligaremos a creer en ellos. Encontraremos a nuestros aliados y correligionarios en la propia Rusia. Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosa tragedia, la de la muerte del más irreductible pueblo en la tierra, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia. De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social. Deshabituaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. Literatura, cine, teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos. Apoyaremos y encumbraremos por todos los medios a los denominados artistas que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En una palabra: cualquier tipo de inmoralidad. En la dirección del Estado crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible, pero activa y constante, propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. La honradez y la honestidad serán ridiculizadas [como] innecesarias y convertidas en un vestigio del pasado. El descaro, la insolencia, el engaño y la mentira, el alcoholismo [y] la drogadicción, el miedo irracional entre semejantes, la traición, el nacionalismo, la enemistad entre los pueblos y, ante todo, el odio al pueblo ruso; todo esto es lo que vamos a cultivar hábilmente hasta que reviente como el capullo de una flor.
Sólo unos pocos acertarán a sospechar e incluso comprender lo que realmente sucede. Pero a esa gente la situaremos en una posición de indefensión, ridiculizándolos, encontrando la manera de calumniarlos, desacreditarlos y señalarlos como desechos de la sociedad. Haremos parecer chabacanos los fundamentos de la moralidad, destruyéndolos. Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos, pervertiremos (...)».
Allen Welsh Dulles (The Craft of Intelligence, 1963)