Tras una histórica conversación de dos horas entre dos de los hombres más poderosos del mundo, la colosal maquinaria de luz de gas de la izquierda está a pleno rendimiento para minimizar su impacto.
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¿Qué les preocupa tanto? ¿Es simplemente miedo a que si los estadounidenses tienen acceso a ideas conservadoras, las elegirán? Hay razones para ello. ¿O es algo más profundo que eso?
Tal vez sea algo menos tangible lo que representan Donald Trump y Elon Musk. Fue sólo una conversación... una conversación que ninguno de los dos necesitaba tener.
Antes de que ninguno de los dos entrara en la arena política, podría decirse con seguridad que se aceptaba que ambos fueran considerados visionarios en sus respectivos campos. Pero cuando entraron, ambos se enfrentaron a un odio colectivo que resultaría intolerable para casi todo el mundo.
Comentario: Como era de esperar, a los medios de comunicación de izquierdas les dio un ataque de nervios: