Cualquiera que apoye el intento de golpe de EE.UU. en Venezuela también apoya al Estado Profundo, que es probadamente el enemigo de Donald Trump y del pueblo de EE.UU., así como de muchos pueblos de todo el mundo. Estados Unidos tiene una larga historia de derrocamiento de gobiernos extranjeros. He aquí una breve lista:

1. Hawái (1893): Un grupo de plantadores de azúcar y hombres de negocios estadounidenses, apoyados por las fuerzas militares de EE.UU., derrocaron a la reina Liliʻuokalani, lo que llevó a la anexión de Hawái por Estados Unidos en 1898.

2. Cuba (1898): EE.UU. intervino en la Guerra de Independencia de Cuba contra España, lo que desembocó en la Guerra Hispano-Norteamericana. Tras la derrota de España, EE.UU. ocupó Cuba y estableció un protectorado, influyendo en la política cubana durante décadas.

3. Filipinas (1898): Tras derrotar a España, EE.UU. se hizo con el control de Filipinas, lo que dio lugar a la Guerra Filipino-Estadounidense. EE.UU. reprimió un movimiento independentista filipino, estableciendo el control sobre las islas.

4. Guatemala (1954): La CIA orquestó un golpe de Estado para derrocar al presidente Jacobo Árbenz, que había iniciado reformas agrarias que afectaban a los intereses de la United Fruit Company. Esta intervención sumió a Guatemala en una prolongada guerra civil.

5. Irán (1953): La CIA y los servicios de inteligencia británicos organizaron un golpe de Estado para derrocar al Primer Ministro Mohammad Mossadegh después de que este nacionalizara la industria petrolera. El golpe restauró al Sha en el poder, dando lugar a décadas de gobierno autoritario.

6. Chile (1973): EE.UU. apoyó un golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende, que había aplicado políticas socialistas. La posterior dictadura del general Augusto Pinochet se caracterizó por abusos generalizados de los derechos humanos.

7. Vietnam (1963): EE.UU. apoyó el golpe de Estado contra el presidente de Vietnam del Sur, Ngo Dinh Diem, considerado un obstáculo para los objetivos militares estadounidenses en la región. Su asesinato dio lugar a la Guerra de Vietnam.

8. Panamá (1989): EE.UU. invadió Panamá para deponer al general Manuel Noriega, implicado en el tráfico de drogas y cada vez menos cooperativo con las políticas estadounidenses.

9. Afganistán (2001): Tras los atentados del 11-S, EE.UU. lideró una coalición para derrocar al régimen talibán, que había dado cobijo a terroristas de Al Qaeda. Esta intervención inició un prolongado conflicto en la región. Al final, Afganistán fue devuelto a los talibanes junto con millones de dólares en equipamiento estadounidense.

10. Irak (2003): EE.UU. invadió Irak y derrocó el régimen de Sadam Huseín con el pretexto de eliminar armas de destrucción masiva, que nunca se encontraron. La invasión provocó una inestabilidad prolongada en la región y mató a más de un millón de iraquíes.

11. Libia (2011): Durante la Primavera Árabe, EE.UU. y sus aliados de la OTAN lanzaron una intervención militar en Libia para apoyar a los rebeldes contra el régimen de Muamar Gadafi. La intervención condujo al derrocamiento y muerte de Gadafi, pero también a una guerra civil e inestabilidad en Libia que continúa.

12. Ucrania (2014): EE.UU. apoyó las protestas del Euromaidán que condujeron al derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich. Esta intervención formó parte de una lucha geopolítica más amplia entre Occidente y Rusia, contribuyendo a la anexión de Crimea por Rusia y al conflicto en curso en el este de Ucrania y a la muerte de probablemente un millón de ucranianos.

Estas intervenciones reflejan una pauta de política exterior estadounidense impulsada por la codicia oculta bajo una combinación de escudos que incluyen intereses estratégicos, motivos económicos y objetivos ideológicos. Nótese que estas intervenciones tienen consecuencias significativas y duraderas para los países afectados y sus poblaciones.

Ahora bien, en lo que respecta específicamente a Venezuela, el lector debe consultar el trabajo de Anya Parampil Periodista @TheGrayzoneNews y autora de "Golpe Corporativo: Venezuela y el fin del imperio estadounidense".

Ayer escribió lo siguiente en X:

No apagues tus habilidades de pensamiento crítico sólo porque te han dicho que Venezuela es "socialista" toda tu vida. La oposición venezolana ha denunciado fraude e impugnado prácticamente todas las elecciones que ha perdido desde que Chávez llegó al poder. Sin embargo, nunca pueden aportar pruebas, y eso se debe a que el proceso electoral de Venezuela es mucho más seguro que el que tenemos en Estados Unidos. Describo el proceso de votación en el país, que he observado de primera mano, en mi libro, Golpe Corporativo:

"En Venezuela, las máquinas de votación se activaban mediante un proceso de verificación en dos pasos consistente en una comprobación física del documento nacional de identidad del votante y un escaneado digital de su huella dactilar. Después de depositar su voto, el votante recibía un recibo físico de su papeleta, que depositaba personalmente en una urna segura in situ. A continuación, el votante firmaba con su nombre y estampaba su huella dactilar en un registro electoral físico para certificar su participación. Al cierre de las urnas, las autoridades disiparon los temores de manipulación digital de los votos cotejando el recuento electrónico final con una muestra aleatoria del 54% de los recibos de voto físicos entregados por los votantes en los colegios electorales".

Observadores ciudadanos e internacionales están presentes en todo este proceso. No te dejes engañar por las acusaciones de fraude a menos que se presenten pruebas fehacientes. Sobre todo porque una mayor escalada en Venezuela sólo dará lugar a un conflicto civil y tal vez incluso a una guerra regional en el hemisferio occidental. ¿Crees que nuestra frontera tiene mal aspecto ahora? Espera a que Washington aumente la presión sobre Caracas. Ah, y el ejército ruso tiene fuertes lazos militares con Venezuela y presencia en el país. No sólo estamos hablando de una guerra regional, sino de una expansión de la Guerra Mundial que actualmente asola a Rusia y a sus potencias aliadas en ascenso. ¿Estás preparado para que esa guerra llegue al "patio trasero de Washington"?

Un punto más: la gran mayoría de la economía de Venezuela (hoteles, restaurantes, tiendas) son de propiedad y gestión privadas. El "socialismo" de Venezuela se define en gran medida por el hecho de que sus industrias, incluido el sector petrolero y las reservas de minerales preciosos, son de explotación nacional. Esto hace que Venezuela sea comparable a Rusia y a muchos otros Estados modernos que consideran que los recursos naturales almacenados en la nación son propiedad de la República y no de unos pocos en la cima. Venezuela es una obsesión en Washington porque antes de Chávez, las empresas estadounidenses y europeas eran prácticamente dueñas del país y el FMI fijaba su agenda económica interna. Venezuela alberga las mayores reservas de petróleo y oro sin explotar del mundo. Por eso los estadounidenses han sido inundados con propaganda sobre Venezuela desde que comenzó el proceso de afirmar la propiedad soberana sobre esa riqueza natural. En eso consiste principalmente su "socialismo".

Por otro lado, puedes escuchar a los farsantes del Estado Profundo como Anthony Blinken y Elon Musk. Depende de ti.

Para los intrigados por las operaciones encubiertas de la CIA y su impacto en la política mundial, "El equipo secreto", de L. Fletcher Prouty, es una lectura obligada. Como crítico acérrimo de la CIA, Prouty desvela la influencia incontrolada de la agencia en los asuntos internacionales, que a menudo opera al margen de la supervisión del Congreso y el gobierno de EE.UU. Sus obras profundizan en los orígenes de la CIA, el inicio de la Guerra Fría, el tristemente célebre incidente del U-2, la guerra de Vietnam y el asesinato de John F. Kennedy.

Prouty se atrevió a afirmar que el asesinato de JFK fue un golpe de Estado orquestado por una hermética "élite del poder" mundial decidida a proteger sus intereses por todos los medios, incluso a costa de la democracia. Según Prouty, elementos de los servicios de inteligencia y de las comunidades militares de EE.UU. conspiraron para eliminar a Kennedy con el fin de impedir que controlara a la CIA tras el fiasco de la Bahía de Cochinos. Señaló a Edward Lansdale, a quien se refirió como "General Y" en la película JFK de Oliver Stone, como un orquestador clave, identificando incluso a Lansdale en las fotografías de los llamados "tres vagabundos".

En "El equipo secreto", Prouty presenta una provocadora versión alternativa del incidente del U-2 de 1960, sugiriendo que facciones anticomunistas del gobierno estadounidense sabotearon el vuelo, lo que provocó su derribo por las fuerzas soviéticas. Sostuvo que se trataba de una estratagema deliberada para desbaratar la mejora de las relaciones entre EE.UU. y la Unión Soviética y frustrar la prometedora Cumbre de las Cuatro Potencias celebrada en París entre Jruschov y Eisenhower. Según Prouty, las consecuencias de este incidente contribuyeron al fracaso de la cumbre y a exacerbar las tensiones de la Guerra Fría.

La obra de Prouty es una convincente exploración de las estructuras de poder ocultas y sus implicaciones de largo alcance, lo que la convierte en una lectura esencial para cualquier persona interesada en el lado oscuro de las relaciones internacionales.

Véase también: "Overthrow: America's Century of Regime Change from Hawaii to Iraq", de Stephen Kinzer.