Andrés Allamand siendo senador promovió los cultivos transgénicos y Michelle Bachelet envió al Congreso durante su gestión el Convenio UPOV 91, del gusto de la transnacional Monsanto y que prohíbe el intercambio de semillas. Además en el gobierno de la candidata concertacionista se subsidió con recursos de la Corfo a Syngenta y Dupont/Pioneer, transnacionales de semilleras y productoras de agrotóxicos.
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Hay políticos que hacen lobby a favor de
ChileBio, la entidad corporativa que agrupa en Chile a Monsanto y otros productores de plaguicidas y semillas. El candidato presidencial de RN, Andrés Allamand, desde que era senador comenzó a promover los cultivos transgénicos. Junto a Alberto Espina, Fernando Flores y Eduardo Frei (quien posteriormente cambió su posición, firmando un proyecto de moratoria), fue uno de los autores del proyecto de Ley de Bioseguridad que persigue la introducción de cultivos genéticamente modificados.
En 2011, el senado aprobó la firma del
Convenio de la Unión Internacional de Protección Vegetal UPOV 91, presentado a su vez por la ex Presidenta Bachelet y acelerado por Piñera. El Convenio de "Protección" Vegetal da garantías de prolongado royalty por las semillas híbridas y transgénicas y entre otras aberraciones,
prohíbe el libre intercambio de semillas, asegurando su control por los denominados "obtentores", en su mayoría transnacionales agroquímicas como Monsanto, Syngenta, Pioneer/Dupont y un pequeño grupo de socios menores. Permite a las propias empresas demandar a quienes reproduzcan o "pirateen" sus semillas, tal como se hace hoy en Estados Unidos o en los países europeos.