Traducido del francés para Rebelión por Susana Merino© Desconocido
Luego de la caída de la Unión Soviética, los EE.UU. han surgido como la mayor potencia mundial. Imponer su supremacía sobre la URSS se convirtió en una de sus prioridades. Golpes de estado, presiones, guerra: a nada han renunciado con tal de lograrlo. En oportunidad de una conferencia en Moscú, Peter Dale analizó esa estrategia de dominación y su financiación a través de las drogas y el petróleo.Pronuncié esa conferencia a continuación de una conferencia anti OTAN organizada por Moscú el año anterior. En aquella
oportunidad era el único orador estadounidense. Me habían invitado a causa de la aparición en ruso de mi libro
Drogas, Petróleo y Guerra, una obra que nunca se tradujo al francés, contrariamente a lo que sucedió con mis otros dos libros:
El camino hacia el nuevo desorden mundial y La máquina de guerra estadounidense (1). Como antiguo diplomático preocupado por la paz, me sentí muy feliz de poder participar. Creo que efectivamente el diálogo entre los intelectuales estadounidenses y los rusos es actualmente menos serio que durante el paroxismo de la guerra fría. Sin embargo los peligros de una guerra que implique a ambas potencias nucleares visiblemente no han desaparecido.
En respuesta al problema de las crisis interconectadas derivadas de la producción de drogas afganas y el yihadismo salafista narco financiado, mi discurso exhortaba a los rusos a cooperar con los EE.UU. en un marco multilateral compartiendo ese deseo, a pesar de las agresivas actividades de la CIA, de la OTAN y del SOCOM (Comando de Operaciones Especiales de los EE.UU.) en Asia Central, una posición divergente con las de los demás intervinientes.
Luego de esta conferencia continué reflexionando sobre la profunda degradación producida en las relaciones entre Rusia y los EE.UU. y sobre mi esperanza, ligeramente utópica, de restaurarlas. A pesar de la existencia de diferentes puntos de vista entre los conferenciantes existía cierta tendencia a compartir una gran inquietud sobre las intenciones estadounidenses hacia Rusia y los antiguos estados de la URSS. Dicha ansiedad común derivaba de lo que sabían de las antiguas actitudes de los EE.UU. y sobre la falta de mantenimiento de sus compromisos. En efecto, contrariamente a la mayor parte de los ciudadanos de ese país, estaban muy bien informados sobre estos temas.
Comentario: Siempre la excusa de nuestra seguridad para justificar que seamos espiados. Ya aburren.
Para profundizar más sobre este tema de los programas de vigilancia, les recomendadmos el siguiente Enfoque SOTT:
- A través del PRISM[a] de la amnesia pública