Nadie que se dedique a la observación de la vida pública en España corre peligro de aburrirse. Todo lo contrario, lo corre de perecer de emociones y exceso de trabajo. Adjunto un somero resumen con cierta interpretación de la pintoresca jornada de ayer, que fue como una representación de la esencia española. Por la mañana, la España de hoy; al mediodía, la España profunda; por la tarde, la España eterna.© El PaísEl ex-ministro Arias Cañete, su nombramiento como comisario de energía ha desatado polémica recientemente.
Por la mañana: la España de hoy. Amaneció el día con los catalanes desbordándose por las calles en protesta por la decisión del Tribunal Constitucional de suspender la consulta. Protesta que ya se inició el día anterior, lunes. Al tiempo, el Govern remitía al alto tribunal sus alegaciones y paralizaba la campaña institucional entre protestas de sus aliados más radicales. A poco, los
Mossos empezaron a dar estopa a los manifestantes, en especial a los aficionados a las acampadas. Se desató la indignación en las redes. Es probable que la táctica de Mas sea mantener el pulso legal y, al tiempo, el orden público, incluso dando
muestras de autoritarismo, para inspirar confianza en todas partes. Pero no ha conseguido evitar, y quizá fuera lo que pretendía, que el ministro del Interior, en uso de sus competencias y siguiendo sus ideas sobre la forma española de resolver los problemas de diálogo,
le enviara 400 agentes antidisturbios, para ayudar al entendimiento.
Y, por supuesto, en prudente previsión de que pueda pasar lo que, si pasa, será probablemente por esa previsión.
Comentario: Intolerables, indignantes... ni siquiera se encuentran palabras para expresar claramente la inhumanidad de estas acciones. Parecen más bien orientadas a traumatizar a una población por medio de actos de terror más que cualquier otra cosa.