Dos diferentes líneas divergentes tomaron impulso tras la derrota que sufrió Estados Unidos en 2005 cuando en la IV Cumbre de las Américas efectuada en Mar de Plata, Argentina, no pudo imponer el Área de Libre Comercio (ALCA) con la cual intentaba dominar económica y políticamente a toda la región.
La primera fue la convicción de la gran mayoría de los países de este hemisferio de integrarse para enfrentar, en forma más efectivas, los constantes embates políticos y económicos de la potencia unipolar.
Así surgieron la Alianza para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), PetroCaribe, la Unión de Naciones del Sur, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), además de reforzase el Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
En sentido completamente opuesto resultó la segunda vertiente, pues Estados Unidos no se dio por vencido y comenzó a imponer, apoyado por gobiernos afines en la región, los Tratados de Libre Comercio (TLC) bilaterales, bajo las mismas condiciones del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) acordado con México en 2004, que ha provocado que más de la mitad de los aztecas esten por debajo del índice de pobreza.
Los TLC fueron diseñados por Estados Unidos y las naciones desarrolladas, en combinación con compañías transnacionales, con el objetivo de controlar económica, financiera y hasta políticamente a los países menos desarrollados que no pueden competir con empresas foráneas las cuales poseen tecnologías modernas y abundante capital. Es la versión del colonialismo moderno.Bajo ese esquema, ya resultaría innecesario lanzar agresiones o invasiones armadas contra otros países para dominarlos, pues por medio del control económico y financiero las compañías transnacionales, apoyadas por sus Estados originarios, poseerán fuerza y poder hasta para imponer presidentes afines, bajo la amenaza de tomar sanciones y desestabilizar completamente a un gobierno.
Comentario: No nos dejemos llevar por las impresiones. ¿Otro títere de Washington, un loco antirruso usado para generar más caos y luego culpar a Rusia de "represión" por haberlo detenido? Es difícil saberlo por ahora... Su supuesto vínculo con "Al-Qaeda" da para sospechar, sabiendo que la lucha contra el terrorismo es una farsa creada a partir de los atentados del 11-S.
Léase: El 11-S: la verdad definitiva
y:
Confirmado: Al-Qaida un producto made in USA para justificar su geopolítica
EEUU pacta con Al Qaeda: 5.000 terroristas ayudarán a derrocar al presidente Al Assad
El "peor enemigo" de EE.UU.
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