Traducido por el equipo de SOTT.netEl delirante y ridículamente inoportuno anuncio de Kaja Kallas, realizado al día siguiente del triunfo de Rusia en Moscú con motivo del Día de la Victoria, el 9 de mayo, de que los líderes títeres europeos están planeando establecer un «tribunal especial» en el marco del Consejo de Europa para juzgar a Rusia por «agresión» y otros supuestos crímenes en Ucrania, nos trae algunos recuerdos de La Haya.

© Strategic Culture Foundation
El TPIY, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, tiene su sede allí, al igual que el nuevo tribunal mencionado por Kallas. El autor de este artículo pasó allí algunos de los años más interesantes de su vida.
Un recuerdo imborrable es el del expresidente serbio y yugoslavo Slobodan Milosevic, que fue secuestrado por el régimen vasallo instalado en su país tras la revolución de colores de octubre de 2000 y enviado a La Haya para ser juzgado. Durante su comparecencia inicial en la sala del tribunal, dirigiéndose a los jueces y a la fiscal Carla del Ponte, Milosevic se refirió al tribunal como un «false tribunal».
Esa frase se me quedó grabada. El inglés de Milosevic era adecuado, pero no perfecto. De ahí la pintoresca expresión que utilizó. Si hubiera dominado mejor el inglés idiomático, lo habría calificado de tribunal «phony» o «bogus». En lugar de ello, tradujo lo que quería decir directamente de su serbio natal, con un resultado más divertido que académicamente preciso. Pero no pasó nada. De hecho, dadas las circunstancias, la expresión tan poco idiomática reforzó aún más su profundo argumento.
Lamentablemente, Kaja Kallas no ha revelado los detalles técnicos sobre el tribunal proyectado, que deberían estar disponibles antes de que se pueda evaluar adecuadamente la credibilidad de esta iniciativa. Hay varios parámetros que deben establecerse antes de que cualquier «tribunal» de este tipo pueda tomarse en serio.