Traducido por el equipo de SOTT.net
El columnista del New York Times y tres veces ganador del Premio Pulitzer Thomas Friedman una vez caracterizó sus años de instituto como "una gran celebración de la victoria de Israel en la Guerra de los Seis Días". En su último artículo para el New York Times, el laureado escritor prevé una celebración similar cuando Gran Bretaña, Europa y Estados Unidos gobiernen Ucrania completamente.

© New Estern Outlook
Curiosamente, Friedman pasó sus veranos de instituto en el Kibbutz HaHotrim, en Israel. Este Kibbutz se estableció en 1953 en el emplazamiento de la
aldea palestina despoblada de al-Tira. Algunos estudiosos afirman que esta zona cercana a Haifa fue el emplazamiento original de la antigua Tiro, que en su día fue la ciudad principal de los infames Pueblos del Mar. Algunos afirman que estos belicosos marinos eran los últimos minoicos. Otros los relacionan con los fenicios. La razón por la que menciono esto es que creo que es muy importante que todos empecemos a analizar los orígenes de nuestros malentendidos, prejuicios y odios. Friedman, como todo el mundo en este planeta, tiene una agenda basada en un razonamiento. Israel es ahora el dueño de al-Tira, pero las guerras y la sangre se han derramado sobre este suelo desde que el rey de Tiro ayudó a construir el templo de Salomón.
La zona es ahora un paraíso costero de descanso para israelíes acomodados. No tengo espacio para una lección de historia, pero esta aldea palestina fue la primera poblada por emigrantes judíos procedentes de Checoslovaquia y Alemania en 1949. Los residentes palestinos y cristianos huyeron a Jordania. Es interesante echar la vista atrás para ver qué influye en la gente, especialmente en quienes influyen en otros. Y
los fundamentos de Friedman se construyen en el marco de la utopía sionista. Si pasamos página a sus brillantes ideas para mediar en la crisis de Ucrania, es fácil visualizar una Ucrania desrusificada.
La última fantasía rusófoba de Friedman equipara la operación rusa para desnazificar Ucrania a un desastre cósmico. El ganador del Pulitzer visitó recientemente Kiev y comentó la cuidada exhibición de Zelensky de material ruso destruido en la plaza del Monasterio Dorado de San Miguel.
"Al final me di cuenta de que me recordaba a un meteorito, como un meteoro que vino del espacio exterior y aterrizó en este país".
Como periodista galardonado, Friedman no pudo resistirse a empeorar una mala situación caracterizando erróneamente todo el embrollo. El escritor del
NYT pinta a Zelensky y su Gestapo como más heroicos y homéricos que la espiral de muerte que han creado para su país. Mientras tanto, los rusos, especialmente Vladímir Putin, han sido deshumanizados de nuevo. Son rocas calientes del espacio exterior. Su solución al Armagedón del Este parece sacada de una mala película. La solución de Friedman para un asteroide que destroce el mundo no está protagonizada por Bruce Willis.
Comentario: La Sra. Baerbock debe de estar bebiendo refrescos de alta calidad. Las cuatro regiones que han votado a favor de unirse a Rusia ya se consideran parte de Rusia. En virtud de su constitución, Rusia nunca renunciará a ellas.