Vivimos tiempos críticos y dramáticos. El neoliberalismo sigue siendo la doctrina político-económica suprema al tiempo que las sociedades se siguen deteriorando a medida que se reducen tanto las inversiones públicas como los programas y servicios sociales para que los ricos puedan enriquecerse más. Al mismo tiempo el autoritarismo político está en auge y en opinión de algunas personas se dan las circunstancias para que emerja un régimen protofascista. Mientras tanto, aumenta la amenaza del cambio climático en la medida en que los dirigentes políticos siguen careciendo de valor y de visión de futuro para avanzar con sistemas energéticos alternativos, con lo que ponen en peligro el futuro de la civilización humana.
Por estas y por otras razones las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 son clave para el futuro de este país y para el mundo en general. De hecho, esta puede ser la última oportunidad que tenga Estados Unidos de elegir a un dirigente que pueda cambiar el curso de su política interna y externa, aunque si se observa el actual paisaje político hay pocas posibilidades de que esto ocurra.
En efecto, como declaró Noam Chomsky a
Truthout en esta entrevista exclusiva, los candidatos políticos para las elecciones presidenciales de 2016 apenas abordan los problemas fundamentales a los que se enfrentan tanto el país como el mundo. Mientras tanto, el auge del
Trumpismo y la lucha de los candidatos republicanos a ver quién es más racista y extremista son reflejo de las muy arraigadas "ideas de pérdida y miedo" de muchos estadounidenses.
Sin embargo, en opinión de Chomsky estas elecciones son decisivas y tienen una enorme importancia.
Comentario: Para cualquiera con un poco de sentido común, incluida Rusia y China, la mayor amenaza para Washington es el mismo Washington. Estados Unidos es un país en el que es más probable morir a manos de la fuerza policial que de terrorismo. Un terrorismo que ellos mismos apoyan alrededor del mundo.
Las instituciones financieras están obsesionadas con robar hasta el último centavo de la población trabajadora. La industria farmacéutica tiene como misión seguir intoxicando a la población infantil y adulta, mientras les convencen que sólo de esta manera se curaran de los síntomas causados por la basura que vende la industria agricola. Y como si fuera poco, el mismo gobierno mantiene vigilada a su población, para que en caso de disidencia puedan ser acallados inmediatamente.
Ante esta información nos parece que esa lista de desafíos para EE.UU. debería ser elaborada de nuevo.