Los Dueños del Circo
El hijo de Nikita Kruschov, Serguei Nikitich Kruschov, se ha jubilado como profesor de historia en EEUU y explica para EL MUNDO cómo un trámite administrativo ha provocado años después el que algunos consideran el mayor conflicto europeo del siglo XXI. Es falso, asegura, que fuese para compensar a Kiev por las hambrunas de Stalin o que la entrega fue un regalo de Nikita Kruschov a su mujer, que era del oeste de Ucrania.
Aquella cesión de Crimea a Ucrania fue en 1954, cuando la frontera que hoy se disputan Kiev y Moscú no importaba demasiado porque Rusia y Ucrania estaban englobadas dentro de la URSS. Seguei Kruschov no cree que estemos todavía ante la mayor crisis en Europa desde la última guerra, "pero podemos crearla, y depende todo de la sabiduría de Occidente, porque Ucrania se encuentra en un momento de inestabilidad y de revolución".
Es la primera medida anunciada por Moscú como respuesta simétrica a los pronunciamientos del Departamento norteamericano de Estado, del propio presidente Barack Obama, y de la Unión Europea de aplicar represalias si Rusia no modifica su postura de no reconocer como legítimas a las nuevas autoridades de Ucrania.
El presidente Vladimir Putin afirmó ayer en una rueda de prensa que lo que ocurrió en Ucrania fue un golpe de Estado, un acto anticonstitucional y una toma del poder por las armas.
Quienes están detrás del guión ucraniano en laboratorios de Estados Unidos convirtieron la vida política de Ucrania en una farsa.
Xavier Abu Eid, un portavoz de la OLP, considera que la insistencia de Netanyahu en que reconozcan al régimen israelí como "estado judío" supone una "reafirmación de su política colonizadora", no un interés real por la paz.
Netanyahu, en su intervención en la convención anual del Comité de Asuntos Públicos entre EE.UU. y el régimen de Israel (AIPAC, por sus siglas en inglés), ha exigido a los palestinos que reconozcan a (el régimen de) Israel como "estado judío" en señal de que están "realmente dispuestos a poner fin" al conflicto entre ambas partes.
Yatseniuk negó que las fracciones opositoras (su partido Batkivschina entre las principales) hayan incumplido los puntos del documento, al remitirse a la decisión del Parlamento, tomado por la fuerza, de retornar a la Constitución de 2004, sin una consulta popular ni debate legislativo.
Tras la firma del acuerdo entre Yanukóvich y los líderes de la oposición, las fracciones de Batkivschina (el partido de Yulia Timoshenko), Udar y la nacionalista Svoboda reunieron a la Suprema Rada (Parlamento) el 22 de febrero y adoptaron una serie de leyes, con un legislativo asediado por las fuerzas extremistas y diputados de otras bancadas amenazados.
Unido al cambio de la Ley Fundamental, la nueva mayoría parlamentaria, aupada por Occidente, dispuso la destitución de Yanukóvich y convocó a elecciones presidenciales anticipadas para el 25 de mayo, mientras se exacerbó la persecución a los miembros de los partidos de las Regiones y Comunistas.
¿Podrías explicar un poco más en detalles esto de la dimensión territorial o geopoílitica?
El Centro de Operaciones de Emergencia en San Pedro sirve como mecanismo para colocar y mantener militares norteamericanos en territorio paraguayo, territorio clave por un gran número de razones geoestratégicas: su posición central permite monitorear el espacio aéreo del continente entero y facilita una llegada rápida a cualquier parte del continente; su posición de cuna entre los dos países más potentes del Cono Sur, Argentina y particularmente Brasil, su posición de puente terrestre entre la cuenca de las Amazonas y la cuenca del Rio de La Plata; la abundancia de recursos naturales, especialmente recursos hídricos, etc. En este sentido, un Centro de Operaciones de Emergencia posibilita la presencia de soldados y equipo norteamericanos permanente y el despliegue periódico del mismo a través de operaciones militares (humanitarias) en conjunto con las Fuerzas Armadas paraguayas en San Pedro que, cómo observás, viene a ser el frente más conflictivo de la frontera agroexportadora en expansión.
Comentario: Más información: Agresión de EEUU a Paraguay: Comando Sur yanqui instala centro de operaciones
La guerra por el control de Ucrania ha comenzado con una potente PsyOp (operación de guerra sicológica), en la que se recurre a las armas de distracción masiva ya utilizadas anteriormente. La televisión nos bombardea con imágenes de militares rusos que ocupan Crimea, así que no cabe duda de quién es el agresor.
Pero nos esconden otras imágenes, como la del secretario del Partido Comunista Ucraniano de Leopoli, Rotislav Vasilko, torturado por los neonazis que agitan una cruz de madera [1]. Son los mismos individuos que asaltan sinagogas al grito de «¡Heil Hitler!», resucitando el pogromo de 1941. Son también los mismos que recibieron durante años financiamiento y entrenamiento a través de los servicios de inteligencia y las «ONGs» de Estados Unidos y la OTAN.
Lo mismo sucedió en Libia y lo mismo está sucediendo en Siria, donde recurren a grupos islamistas hasta ahora clasificados como terroristas. Hace 10 años nosotros mismos documentábamos en Il Manifesto [2] cómo financió y organizó Washington la «revolución naranja» y el ascenso a la presidencia de Viktor Yuschenko, quien quería meter a Ucrania en la OTAN. Hace 6 años, al describir la maniobra militar Sea Breeze, realizada en Ucrania bajo el estandarte de la «Asociación para la Paz», escribíamos que «la "Brisa Marina" que sopla sobre el Mar Negro anuncia vientos de guerra» [3].
Para entender lo que está sucediendo en Ucrania no basta con detenerse a mirar el panorama de hoy, hay que ver toda la película.
"Con Rusia haciendo circular una falsa narrativa para justificar sus acciones ilegales en Ucrania, el mundo no había visto una ficción rusa tan sorprendente desde Dostoievski (...)", apunta el comunicado. El Departamento de Estado niega, primero, las aseveraciones de Putin de que las fuerzas rusas en Crimea solo actúan para proteger los activos militares rusos, mientras que son los grupos de ciudadanos los que se han levantado en la península.
"Hay pruebas convincentes de que los miembros de los servicios de seguridad rusos están en el corazón de las fuerzas antiucranianas altamente organizadas en Crimea. Aunque estas unidades llevan uniformes sin insignias, conducen vehículos con placas militares rusas y se identifican libremente como fuerzas de seguridad rusas cuando les preguntan los medios de comunicación internacionales y las fuerzas armadas de Ucrania", explica el Gobierno estadounidense.
Comentario: También hay pruebas convincentes de que los extremistas en Ucrania recibieron fondos de EE.UU. y la Unión Europea.
Y aunque no podemos afirmarlo con rotundidad, todo apunta a que los nazis en el Gobierno de Ucrania son títeres de EE.UU. El supuesto vinculo con "Al-Qaeda" de uno de los líderes nazis en el Gobierno ucraniano, Dmitri Yarosh, da para sospechar, sabiendo que la lucha contra el terrorismo es una farsa creada a partir de los atentados del 11-S
La ficción de EE.UU. es aún más sorprendente y escalofriante que la ficción del presidente Putin.
Por el otro lado Putin tiene una agenda propia que no responde a este siglo XXI sino a concepciones atrasadas de zonas de influencia exclusivas. En su finca rusa y en sus aledaños nadie puede moverse sin su permiso. Es un principio mafioso bien conocido.
En Rusia disentir de Putin y de los suyos puede costar la libertad, la salud y la vida. En los aledaños se puede uno topar con el Ejército Ruso.
Comentario: Es interesante ver cómo se confunden los hechos con las interpretaciones subjetivas. Dejando de lado la personalidad de ciertos líderes, la pregunta que debemos hacernos es: ¿qué han hecho por su país? ¿Utilizan medidas duras por el bien del pueblo, o bien por intereses propios? Sea cual sea la verdad acerca de Putin, la prueba está en los hechos. Rusia anda muchísimo mejor que antes de que él asumiera el poder. Pero no podemos decir lo mismo de los mayores países europeos y de Estados Unidos, por ejemplo. Rusia no crea guerras falsas con sed de imperialismo como lo hacen EE.UU. e Israel, apoyados por el occidente.
Comentario: Las advertencias de Putin sobre los intereses financieros de muchos actores internacionales no caen en saco roto. Gobiernos como el de Estados Unidos, Alemania o Gran Bretaña hacen cálculos sobre el coste y las consecuencias que tendría un enfrentamiento económico abierto con Rusia. Esta vez el Imperio estadounidense se ha metido con una gran potencia, no con países pequeños sin poder para defenderse.