Hace pocos días atrás, deambulando por la Red sin un rumbo muy preciso, repentinamente me crucé con esta asombrosa obra de arte. Al verla, casi con la rapidez de un rayo,
una asociación directa se gestó en mi mente y recibí como en un flash instantáneo una imagen viva de la situación entre israelíes y palestinos, una metáfora nada sutil de la opresión extrema a la que el pueblo palestino se ha visto sometido durante décadas.
© Fabien MerellePentateuco
Y así, perdido en medio de la cruda franqueza de esta representación tan viva de la realidad, empecé a pensar que la metáfora podía entenderse en varios sentidos, o al menos con un sentido más amplio del obvio.
Por un lado es innegable que el "elefante" Israelí está ejerciendo todo su peso sin piedad sobre las espaldas del pueblo palestino con la más pura intención de reducirlo a poco más que una estampa de lo que alguna vez fueron estos milenarios habitantes del Medio Oriente, pero también se hace visible, tan claro como esta opresión,
el fino y delicado equilibrio que el "elefante" debe hacer para mantener en el tiempo esta acción devastadora.
Y como cualquier equilibrista, cuanto más tiempo desee prolongar su proeza, más difícil se hará mantenerla; el cansancio sobrevendrá tarde temprano, la atención decaerá, y es posible que se pierda el equilibrio. Así que en esta particular situación parece que
el factor esencial resulta ser el tiempo. Los israelíes deben alcanzar cuanto antes su objetivo final de "aplanar" al pueblo palestino, de extinguirlo completamente para poder relajar finalmente sus músculos y sentarse cómodamente a descansar sobre su victoria. Pero el tiempo puede jugar a favor de Palestina si sus espaldas y piernas son lo suficientemente fuertes para soportar el brutal peso del elefante. Si esto fuera posible podríamos esperar que el paquidermo sionista caiga un día por su propio peso, que se desplome exhausto sin energía y que ya nunca más pueda recuperar sus fuerzas.
Comentario: La comunidad internacional parece no ver el doble rasero de Estados Unidos y todos los que le siguen al imponer sanciones a Rusia, acusándola constantemente de apoyar a las milicias del este de Ucrania y de invadir al país con tropas, cuando, hasta el momento, no han podido mostrar ninguna sola prueba de tal cosa e incluso ellos han dicho en varias ocasiones que no lo pueden confirmar; y luego ofrecer enviar ellos armas letales y "no letales" a Ucrania como forma de "ayuda".
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¿Por qué Estados Unidos tiene el derecho de ofrecer esta ayuda a un gobierno que ejecuta una operación de masacre contra el mismo pueblo, mientras a Rusia se le ponen todas las barreras habidas y por haber cuando envía su ayuda verdadera en forma de comida, medicamentos, abrigo y materiales de construcción?
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Y la respuesta es que en el mundo hay un niño malcriado que se convirtió en tirano y dictador del mundo, con una grave megalomanía que lo lleva a creerse excepcional cuando se trata de cumplir las leyes que se imponen al resto de los niños (países). Estamos ante un matón sin conciencia moral al que no le importan las normas internacionales que buscan proteger al pueblo de... pues... justamente de él y su pandilla de asesinos a sueldo.
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