Fuego en el Cielo
Un afficionado captó las imagenes en el preciso momento que este desendía en la ciudad imperial, aquí puedes observarlas.
En la noche de ayer, del miércoles al jueves, varias personas afirman haber visto en el cielo de Santiago sobre las 22.00 horas un disco que se desplazaba a gran velocidad con una llama como cola o estela. En palabras de otras personas, lo que vieron fue «bola de fuego». Según José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico Ramón María Ayer de la USC, esta descripción coincide con la de una piedra cósmica que debido a la velocidad al entrar en contacto con las capas bajas de la atmósfera se destruye y si su masa es grande, es visible desde la superficie. Esto es lo que se denomina un bólido.
Docobo mostraba su extrañeza por este fenómeno: «es raro, porque al haber un número tan reducido de testimonios no debió ser un fenómeno tan espectacular como dicen. Es importante recabar información de si hubo avistamientos desde fuera de Santiago, porque lo normal es que este tipo de bólidos, cuando alcanzan un tamaño como el que describen, sea visible desde otros lugares». Para recabar información Docobo da la dirección del observatorio de la Universidad (oasec@usc.es), para que quien lo haya avistado se ponga en contacto con ellos.
Es por ello, que Ríos enfatizó en que no se puede descartar la intervención del fenómeno OVNI en el mencionado suceso.
Precisamente, Lajas y Guánica son los dos municipios donde por más de 20 años, Ríos ha venido realizando vigilias y estudios sobre alegadas apariciones de naves y misteriosas luces que surcan los cielos.
Incluso, la zona donde estaba enclavado el Aerostato y la Laguna Cartagena, han sido señalados por años como lugares de grandes apariciones.
Según conversaciones que Ríos tuvo con los vecinos de la zona cercana a donde ubicaba el Aerostato, antes de su explosión estos divisaron entre las nubes una especie de bola de fuego que bien podría simular un Ovni chocando con el mismo, o algun rayo proveniente de un objeto desconocido.
Las Perseidas, la lluvia de estrellas de agosto que el pasado fin de semana tuvo su mayor pico, no solo ha dejado hermosas imágenes, sino que también un rastro sonoro. Un radar de vigilancia espacial de la Fuerza Aérea de EE.UU. en Texas ha podido captar el sonido de la lluvia de meteoros cuando golpeaba la atmósfera de la Tierra. El valor del documento reside, además de en la rareza del sonido -parece una película de alienígenas-, en la extraordinaria oportunidad de escuchar un fenómeno que la mayoría de los observadores cree que, simplemente, se produce en silencio.
El Instituto de estudios de magnetismo terrestre y de la ionósfera y propagación de las ondas de radio de Moscú, alertó hoy que a las 11 horas local, que registró un fenómeno de actividad geomagnética, cambiando de nivel de calma a activo.
NOAA informó en su sistema de alerta que el grado "G1" registrado significa que se producirán débiles fluctuaciones de la red eléctrica, y a nivel de las naves espaciales puede registrarse un impacto menor en las posibles operaciones de los satélites.
En los demás sistemas se observa que los animales migratorios pueden ver afectados sus sentidos, y es probable que se vean auroras en las latitudes altas, al norte de Michigan y Maine.
Millones de personas pudieron gozar de la etapa más intensa en la danza de las Perseidas, la cual se registró entre los días 10 y 13 de agosto. Con un ritmo de hasta 70 cometas visibles por hora durante estas cuatro noches, el espectáculo astral pudo ser observado desde prácticamente todo el mundo (recordemos que aunque el hemisferio norte tenía los asientos preferenciales, también nuestros amigos del hemisferio sur pudieron presenciarlo).
A pesar de que en este año el clímax de las Perseidas coincidió con una fase bastante luminosa de la Luna, lo cierto es que el brillo del satélite natural de la Tierra no evitó que observadores alrededor del mundo gozaran del desfile fotónico que convidó este maravilloso ritual anual.
A continuación algunas imágenes de la lluvia de estrellas registradas por observadores tanto amateurs como profesionales.
Según comentó el experto del Instituto de Magnetismo Terrestre, Ionosfera y Propagación de Radioondas, Serguéi Gaidash, se trata de una erupción de la clase X6.9*. La última vez que se observó una tan potente en el astro, fue el 6 de diciembre del 2006. En total, a lo largo de los últimos 37 años, o sea, durante toda la historia de las observaciones, se registraron 35 erupciones de la clase X.7 y superiores, explicó el especialista.
El científico explicó que la misma se produjo en la parte occidental del disco solar, fuera del meridiano geoefectivo, es decir, a un lado de la dirección hacia la Tierra, por eso el fenómeno no provocará una potente tormenta en la magnetosfera del planeta. La perturbación del viento solar puede aumentar el nivel de la actividad geomagnética, pero solo hasta índices medianos, indicó. Sin embargo, la erupción sí puede representar cierto peligro para la técnica espacial, advirtió el científico.
Otra de las mieles de este ritual anual es que puede gozarse con gran nitidez en prácticamente todo el hemisferio norte e incluso, aunque con menor intensidad, en una porción del hemisferio sur. Las Perseidas, así nombradas debido a que aparecen en la zona donde se localiza la constelación de Perseo, son residuos del cometa Swift-Tuttle. Cada verano, cuando la Tierra "cruza" la nube que dejó este cometa, los luminosos meteoros emergen de la oscuridad celeste durante varios días, pero siempre hay dos o tres días durante los cuales el fenómeno se intensifica, y este 2011 se trata, precisamente, del 10, 11 y 12 de agosto.
Al presente a los habitantes de la Tierra les preocupan más fenómenos tan temibles como el tsunami, el sismo y la inundación. Entretanto, los asteroides y meteoritos que vuela cerca de nuestro planeta son un peligro bien real. Sea suficiente recordar el meteorito de Tunguska que cayó en la taiga siberiana en 1908. Según cálculos de los científicos su diámetro era apenas de 30 metros. Sin embargo, la potencia de explosión del meteorito se valora en 40-50 megatones, lo que equivale a la energía de la bomba de hidrógeno más potente.
Es difícil imaginarse lo que pueda ocurrir si el tamaño de tal objeto es mayor de 30 metros y si cae no en la taiga sino en una zona densamente poblada, señala Vladimir Degtiar, director general del mencionado Centro.
Para la Tierra presentan un peligro los asteroides y cometas cuya trayectoria cruce la órbita de nuestro planeta. La probabilidad de su colisión con la Tierra es bastante grande porque son muy numerosos. Es posible excluir tal choque cambiando la trayectoria del asteroide o destruyéndolo en minúsculos fragmentos. Para ello se puede crear complejos coheteriles de pequeña potencia.

Este descubrimiento corroboraría la teoría de que la vida se inició en la Tierra mediante una "inseminación" hecha en nuestro planeta por meteoritos.
Desde los años 60, los investigadores especularon con la teoría de la exogénesis, es decir, que la vida haya llegado a la Tierra a bordo de meteoritos.
Las bases nucleicas son "muy complejas pero también resistentes, y demuestran que lo que sucedió en la Tierra puede pasar en cualquier lugar", subrayó Ernesto Di Mauro, de la Universidad La Sapienza. El recorrido de los meteoritos por el cosmos, entonces, favorece la aparición de organismos vivientes.
El documento fue publicado en la revista de la Academia Nacional de Ciencias Estadounidense y afirma que en los meteoritos hay elementos químicos formados en los primeros tiempos del Sistema Solar que fueron una fuente crucial de los compuestos que hicieron posible la vida en la Tierra.