Fuego en el Cielo
El 9 de marzo terminó con una poderosa explosión solar. Satélites que orbitan la Tierra detectaron una gigante explosión solar clase X1.5 en la mancha solar 1166 cerca de las 2323 UT. Una película de Solar Dynamics Observatory de la NASA muestra un destello brillante de radiación UV, más un poco de material que se lanzó fuera del lugar de la explosión:
Un primer vistazo a las imágenes coronográficas de la nave STEREO-B de la NASA sugieren que la explosión impulsará una eyección de masa coronal (CME) hacia la Tierra. Sin embargo esta conclusión es preliminar, por lo que vuelva más tarde para las actualizaciones.
Después de cuatro años sin ningún tipo de esta actividad, el sol ha producido dos de las explosiones de gran alcance en menos de un mes: 15 de febrero y 9 de marzo. Esto continúa la reciente tendencia de aumento de la actividad solar, y pone de manifiesto que el Ciclo Solar 24 se está calentando. Pronosticadores de NOAA estiman una probabilidad del 5% de más llamaradas X durante las próximas 24 horas.

La primera caída se produjo en Oviedo, el 5 de agosto de 1856, y la segunda, en Cangas de Onís, el 6 de diciembre de 1866.
El evento más conocido fue el que ocurrió en el tránsito Cretácico-Paleógeno, responsable de haber concluido con los dinosaurios. En la explicación de las causas del ocaso total de estos gigantescos vertebrados jugó un papel prominente un geólogo de ascendencia asturiana, el profesor de la Universidad de Berkeley en California, Walter Álvarez, investido en 2008 doctor honoris causa por nuestra alma máter. El grupo de investigadores liderado por Luis Álvarez (premio Nobel de Física en 1968) y su hijo Walter descubrieron en estratos del límite Cretácico-Paleógeno, de varias zonas del mundo, concentraciones anormalmente altas de iridio que interpretaron procedentes de una gran colisión, ya que este metal es raro en la corteza terrestre pero abundante en los meteoritos. En la década de los 80, la 'hipótesis Álvarez' fue recibida con reticencia por la comunidad científica internacional, pero las pruebas se fueron acumulando a su favor, disipándose las dudas con el estudio detallado de una enorme estructura de impacto, de más de 180 kilómetros de diámetro (cráter de Chicxulub), en la península de Yucatán (México), que fue datada con una edad de hace 65 millones de años, es decir, en el lapso atribuido a la desaparición de los dinosaurios. Este hallazgo dio paso a la 'hipótesis de los múltiples impactos', basada en la colisión de varios meteoritos con la Tierra (o de un asteroide que se fragmentó) en el periodo cronológico señalado, e incluso se sugirió que en la extinción pudieron haber colaborado las erupciones volcánicas al provocar el polvo y los gases desprendidos un efecto invernadero.
Gran parte de la colección acabó convertida en cenizas y el resto en manos de los que aprovecharon esta coyuntura para saquear lo que se había librado del fuego. Pero hubo una piedra en la que nadie se fijó, el meteorito de Cangas de Onís, que terminó años después aguantando una puerta de la Universidad de Oviedo a modo de calza. Quiso la casualidad que un día, en 1955, el geólogo Llopis Lladó entrase por esa puerta. El experto se percató en seguida de que esa piedra no era una piedra y que, desde luego, su finalidad no era la de aguantar una puerta siempre abierta.
El meteorito de Cangas de Onís volvió así a recuperar su valor perdido y abrió las puertas a una investigación exhaustiva que ahora, con el estudio realizado por los geólogos de la Universidad de Oviedo Álvaro Rubio, Víctor Cárdenes y Luis Rodríguez Terente, avanza un paso más y ofrece más pistas sobre la formación del sistema solar, dado que este tipo de piedras está compuesto por minerales que tienen la misma edad que la formación planetaria.
Los astrónomos pasaron varios días estudiando el suceso junto con la ayuda de equipos de gran innovación. Y es que se encontraban totalmente sorprendidos tras el descubrimiento de tal número de cuerpos espaciales.
El avistamiento fue gracias a un nuevo telescopio, el Pan-STARRS PS1 de Haleakala. "Este récord de descubrimientos demuestra que el PS1 es el telescopio más poderoso del mundo para este tipo de estudios", afirma Nick Kaiser, jefe del proyecto.
Proyecto de gran importancia
Su trabajo e investigación se encuentra respaldado por la NASA y por el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de EE.UU, lo que significa la importancia y la seriedad del asunto ante la presencia con la que amenazan los asteroides. Para confirmar la existencia de un asteroide, los científicos deben observar cuidadosamente y de forma continuada el espacio, sobre todo en el plazo de 12 a 72 horas desde que se detecta. De lo contrarío, el asteroide podría perderse y ya no volver a ser detectado.
Así lo manifestó durante una entrevista vía telefónica en el noticiero Hechos am, donde también expreso que podría ser un asteroide que cruza la trayectoria, pasa la atmósfera y se convierten en meteoritos, que por la fricción del aire al entrar a la atmósfera se calientan y se convierten en estrellas fugases, indica que la mayoría no caen en la Tierra y que se deshacen antes de caer.
Los Sauces, Jalisco.- Se reportó la posible caída de un meteorito o de un objeto no identificado que cimbró los estados de Aguascalientes y Zacatecas.
Un habitante de la comunidad de Los Sauces, Jalisco, captó el fenómeno cuando dirigía su cámara al cielo.
"Estábamos grabando una casa, yo tenia mi cámara puesta cuando bajó cómo un rayo de fuego fuerte en dirección de la casa. De hecho yo ni sabía que se había grabado, fue muy rápido", dijo Eduardo Delgado, habitante de Los Sauces.
Los expertos dicen que en 2029 , el asteroide Apophis se acercará a la Tierra tanto que podremos verlo a simple vista. Dicen también que existe una posibilidad entre 250.000 de que en 2036 colisione contra nuestro planeta. Este impacto sucedería en el oceano o en el peor de los casos, hay quien apunta que en el Norte de Colombia.
El 31 de marzo de 2009 también se pudo observar la entrada de un meteorito a la atmósfera por la comunidad de Cosió y su brillo pudo ser visto hasta el municipio de Fresnillo.
Mientras que el 2 de abril de ese mismo año en el municipio Hidrocálido de El Llano colindante con Jalisco, además de localizar el impacto del meteoro en la tierra, el cual dejó un cráter de metro y medio de diámetro por 30 centímetros de profundidad, se localizaron pequeños restos del cuerpo celeste.
Comentario: Para más información acerca de este tipo de fenómeno vea:
Ovni sobre el Domo de la Roca y un cometa sobre Kazajistán - Algo caótico se aproxima