© DesconocidoLeónidas
La lluvia de estrellas de Las Leónidas, que en 1999 sorprendió porque superó los 3.500 meteoros por hora, unas cuatro veces el nivel predicho por los modelos teóricos, pasa este año desapercibido, entre otras cuestiones porque los restos del cometa 55P-Tempel-Tuttle que colisionan contra la Tierra son muy pequeños.
El astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Alfred Rosenberg ha dicho hoy a Efe que la colisión se produce con partículas "tremendamente" pequeñas en esta ocasión, con lo que se podrán detectar con ondas de radio y con cierta instrumentación, pero
son demasiado débiles para observarlas a simple vista.La lluvia de Las Leónidas se produce desde primeros hasta finales de noviembre y este año coinciden con cielos nublados y con la Luna en cuarto menguante, lo que dificulta aún más la visión de los destellos, de por sí débiles.
Los pequeños meteoros de Las Leónidas viajan a cientos de miles de kilómetros de velocidad y cuando impactan contra la atmósfera de la Tierra producen destellos.
Esta lluvia de estrellas recibe el nombre de Leónidas porque las trazas brillantes de los meteoros parece que se originan en la constelación de León.
El máximo previsto de la lluvia de estrellas de este año se produjo durante la pasada madrugada, explicó Alfred Rosenberg.
Según la información facilitada por el IAC, en los dos últimos siglos ha habido cuatro grandes tormentas de Leónidas, las de 1799, 1833, 1867 y 1966, y todas ellas tuvieron lugar en años próximos al paso de 55P/Tempel-Tuttle por perihelio, con actividades mínimas de 10.000 meteoros por hora (tres por segundo).