Comentario: Sospechamos que lo que realmente ha estado sucediendo, basado en lo que hemos investigado hasta ahora, es que la atmósfera superior se enfría porque está siendo cargada con polvo de cometa, que se muestra en forma de nubes noctilucentes y otras formaciones superiores de la atmósfera. El polvo de cometa está eléctricamente cargado, lo que está provocando que la rotación de la Tierra disminuya marginalmente. La desaceleración de la rotación de la Tierra, está reduciendo el campo magnético, abriendo la Tierra a la peligrosa radiación cósmica y estimulando más volcanismo. La actividad volcánica bajo el mar está calentando el agua, lo que calienta la atmósfera inferior y la carga con humedad. La humedad llega a la atmósfera superior más fría y contribuye a una mezcla mortal que conduce inevitablemente a una Edad de Hielo, precedido por un corto período de un rápido incremento de los gases de efecto invernadero y "bolsas calientes" en la baja atmósfera, con fuertes lluvias, granizo, nieve e inundaciones.
Espere que esta tendencia continúe, pero no crea en "el calentamiento global hecho por el hombre". Cualquiera calentamiento producido, es en realidad un preludio a la forma en la que la Edad de Hielo comienza. Esperemos que no haya trozos catastróficamente grandes, en esa corriente de polvo de cometas circulando a través de nuestro sistema solar.
Para más información sobre este fenómeno de posible enfriamiento de las capas atmosféricas, vea esta noticia (en español).
Recordemos que se trata de un tipo de nubes de color azul plata que brillan en la oscuridad y que se forman en la alta atmósfera, a unos ochenta kilómetros de altura. Hasta hace poco, había que irse a los polos para contemplarlas, pero en los últimos tiempos su presencia se está incrementando tanto en alcance geográfico como en número de apariciones, hasta el punto de que ya forman parte de los cielos escandinavos y del norte de Estados Unidos.
Luego, si aumentan las nubes noctilucentes, y su formación tiene algo que ver con los meteoritos... ¿está aumentando el número de objetos que entran en la atmósfera terrestre? Sea como sea, se ve que su peligro no radica sólo en los impactos.
El mes pasado, en un "extravagante" y extenso artículo donde se sugería que los eventos climáticos extremos y la creciente agitación sísmica y volcánica estarían muy estrechamente ligados a una creciente alteración del Sistema Solar, explicábamos que oficialmente no se tiene muy claro lo que ocurre en las zonas altas de nuestra capa gaseosa, la mesosfera, donde se ha detectado un aumento de la humedad que, entre otras cosas, dificulta la regeneración de la capa de ozono.
Comentario: Desde SOTT hemos estado siguiendo de cerca fenómenos cósmicos de esta naturaleza desde hace varios años, como bien puede ver el lector accediendo a nuestra sección "Fuego en el Cielo". A partir de este seguimiento y de las investigaciones realizadas por Laura Knight-Jadczyk, hemos establecido que éstos fenómenos no solamente no son tan raros como se tiende a pensar, sino que, además, se han ido incrementando en los últimos años.
Así mismo, tras un enorme trabajo de reconstrucción de la historia humana, se ha acumulado más que suficiente evidencia de que la ocurrencia de estos eventos y sus consecuencias en el pasado reciente de la humanidad, no han sido triviales, por lo contrario, han afectado inumerable cantidad de veces el rumbo de la civilización, extinguiendo enormes grupos humanos y barriendo vastas regiones del planeta.
Nuestro propósito es alertar a los lectores acerca de los mismos, pues el conocimiento de cómo estos sucesos han afectado la historia de la humanidad, puede darnos una mejor comprensión de nuestro lugar y misión en el orden cósmico, y ayudarnos a actuar de manera más consciente en el futuro.
Como bien lo señala Laura Knight-Jadczyk en su libro Cometas y los cuernos de Moisés, el ocultismo por parte de nuestras élites respecto a estos eventos cósmicos se debe a que pretenden seguir manteniendo la ilusión de que dependemos de ellos y necesitamos ser controlados por ellos.