Fuego en el Cielo
Tal como esperábamos, la sonda robótica Dawn de la agencia espacial de Estados Unidos ha comenzado a enviar excelentes fotografías de la torturada superficie de Vesta, el segundo mayor objeto del cinturón principal de asteroides situado entre Marte y Júpiter. Chris Russell, de la Universidad de California en Los Angeles y científico principal de la misión, ha declarado que "estas fotos han sido una gran revelación para el equipo. No nos imaginábamos el detalle que tendrían las imágenes que estamos viendo". Los científicos suponen que este cuerpo celeste proviene del cúmulo de gas y polvo remanente de la formación del Sol, hace unos 4650 millones años atrás. En las fotos se pueden apreciarlos surcos que se encuentran alrededor de su cinturón ecuatorial, algunas manchas brillantes, varios hoyos oscuros y cráteres de todo tipo, algunos con (por ahora) inexplicables rayas blancas y negras.
El complejo conjunto de materiales orgánicos presentes en las condritas carbonáceas puede variar considerablemente de un meteorito a otro.
Una nueva investigación muestra que la mayor parte de estas variaciones son el resultado de la actividad hidrotérmica que tuvo lugar en los primeros millones de años transcurridos desde la formación del sistema solar, cuando los meteoritos todavía formaban parte de cuerpos más grandes, probablemente asteroides.
El equipo dirigido por Christopher Herd de la Universidad de Alberta, Canadá, y que incluye también a Conel Alexander, Larry Nittler, Frank Gyngard, George Cody, Marilyn Fogel y Yoko Kebukawa del Instituto Carnegie de Washington, estudió cuatro muestras de meteoritos de la lluvia de piedras producida por la fragmentación de un meteoroide al entrar en la atmósfera, y que cayó en Enero del 2000 en la zona del lago Tagish, en el norte de Canadá. Se considera que las muestras de este objeto celeste son muy puras, ya que cayeron en un lago congelado, se recogieron sin contacto con las manos a los pocos días de su colisión, y se han mantenido congeladas desde entonces.
Se puede observar, según Leoned Elenin, que las imágenes períodicas proporcionadas por el observador de SWAM, muestran la aparición del cometa Elenin desde el 22 de julio. Se lo ve en las coordenadas de 160 grados, un poco a la derecha del centro de la imagen. Por ahora es solo un punto luminoso, y este será seguido a diario en su paso acercándose al Sol y la Tierra.
El cometa está en estos momentos a 1,6 UA de la Tierra, es decir a 160% la distancia entre la Tierra y el Sol. En los próximos días se recibirán las imágenes del cometa desde el Observador STEREO-B, tal como lo anunció la NASA
El cometa se verá en su punto más cercano a la Tierra el 14 de octubre, pero se espera se vea luminoso durante su paso entre la Tierra y el Sol el 26 a 28 de septiembre.

El cráter Barringer, en Arizona, hecho por un meteorito supuestamente caído hace 50.000 años.
Los científicos han logrado identificar 200 cráteres ocasionados por estos impactos, algunos con cientos de kilómetros de diámetro. Desde mediados de los 80, varios investigadores han asegurado que si ha habido variaciones en el ritmo de colisiones. Tras analizar los cráteres, y sus edades, encontraban patrones que indicaban que cada cierto tiempo (entre 13 y 50 millones de años, en función del estudio), se pasaba de una era de pocas colisiones a otra con muchas.
Algunos propusieron que se debía a que el Sistema Solar variaba periódicamente su movimiento respecto al centro de la Vía Láctea, lo que podría afectar a las fuerzas gravitacionales de las estrellas próximas, que influían en la nube de Oort un depósito gigantesco de cometas que forman una capa externa al sistema planetario, a un año luz del Sol. Ello provocaría que más cometas, potencialmente, impactaran con la Tierra.
A 60 mil años de que cayera un meteorito en el poblado de Xiquipilco, cerca de Toluca, los habitantes aún indican que hasta hacer algunas décadas se podían ver, a ras de la tierra, algunos de los fragmentos de hierro de dicho objeto..
La zona donde cayeron los pedazos fueron en las colinas de este poblado. Los investigadores coinciden en que el meteorito pudo haber pesado hasta 60 toneladas, sin embargo refieren que se dividió cuando llegó a la atmósfera de la tierra.
De hecho en 1776 aún se le consideraba a Xiquipilco como cuna de los forjadores de espadas de hierro, material que se extraía de los fragmentos del meteorito caído en las colinas.
Pero de acuerdo con los habitantes no solo existía la tradición de forjar espadas, así también cualquier herramienta punzo cortante como las dagas, los cuchillos, o cualquier herraje que el cliente solicitara que se le hiciera con este elemento.

Cometa Garradd Garradd C/2009 P1 captado anoche desde Aguadilla por Efraín Morales de la Sociedad de Astronomía del Caribe.
Efraín Morales, astrofotógrafo de la SAC, captó anoche una foto del cometa, llamado Garradd C/2009 P1. "He captado varias imágenes de Garradd y es notable que sigue acercándose ya que luce cada vez más brillante", aseguró Morales.
Se estima que para el mes de septiembre pudiera ser visible a través de binoculares, y posiblemente a simple vista entre enero y febrero del 2012, según la SAC. La entidad educativa recordó que otros dos cometas también están acercándose a la Tierra y anticipan que algunos de estos pudieran alcanzar suficiente brillantez para ser avistados a simple vista.

La roca de 30 toneladas hallada en la remota provincia China de Xinjiang Uygur, podría superar el actual récord local de otro meteorito de 28 toneladas.
A parte de su enorme tamaño, podría dar valiosa información a los científicos respecto al origen del sistema planetario, por lo tanto, hasta de la propia Tierra.
Algunos indicios en el meteorito sugieren que los habitantes de la zona sabían de la existencia de la roca desde hace bastante tiempo, ya que incluso había grabado algunos nombres en su superficie y pintarrajeado su interior.
Las estrellas fugaces del pasado 4 de febrero llegaron hasta nosotros desde la dirección en la que se encuentra la estrella Eta Draconis, por lo que la lluvia fue llamada FEDs (February Eta Draconis). Los fragmentos con los que se cruzó ese día nuestro planeta tienen todo el aspecto, según los investigadores, de haber sido "sembrados" por un cometa de periodo largo, es decir, con una órbita tan excéntrica que solo pasa cerca del Sol cada mucho tiempo.