Fuego en el Cielo
El satélite alemán Rosat, para la observación de rayos x, debería entrar en la atmósfera entre los días 22 y 23 de octubre a una velocidad de unos 28.000 kilómetros por hora, según el Centro alemán para aeronáutica y aeroespacial (DLR).
Según los últimos cálculos, unos 30 pedazos del satélite, con un peso total de 1,6 toneladas, podrían caer a tierra, indicó el DLR en un comunicado difundido en su sitio internet.
El momento y el lugar de su entrada a la atmósfera no pueden ser calculados con precisión.
Este proyecto recuerda un poco al que diseñó la NASA para la búsqueda de señales de vida inteligente (SETI), en el que se utilizaron miles de ordenadores personales de todo el mundo.
Sí, el programa del proyecto SETI se puede considerar el precursor. La idea es acercar la ciencia a todo el mundo y en este caso, nuestro proyecto es más activo, no se trata de dejar al ordenador sólo analizando datos, sino en descubrir asteroides y ayudar a perfilar sus órbitas.
Lo primero que ha llamado la atención de los encargados de la misión es una enorme montaña cuya altura alcanzaría unos 22 kilómetros (tres veces el monte Everest), la que se encuentra ubicada en una enorme cuenca de impacto en el hemisferio sur (de unos 475 kilómetros de diámetro y que los científicos han denominado como Rheasilva). Claro que la altura de la montaña no es lo que más ha llamado la atención, sino que el hecho de que dicha cuenca estaría ocultando otro impacto en el sector mucho más antiguo y cuyo cráter tendría unos 375 kilómetros de diámetro.
Durante años las observaciones del astrónomo y meteorólogo zacatecano fueron consideradas por los seguidores de ovnis como los primeros registros fotográficos de estos objetos.
Astrónomos mexicanos han rescatado las observaciones hechas hace casi 130 años para plantear una nueva hipótesis: cientos de grandes fragmentos de un cometa en destrucción pasaron muy cerca del planeta amenazando la vida.
La idea es planteada por Héctor Manterola, María de la Paz Ramos y Guadalupe Cordero, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el documento "Interpretation of the Observations Made In 1883 in Zacatecas (Mexico): A Fragmented Comet That Nearly Hits The Earth", publicado en arxiv.org.

Recreación del telescopio Rosat, que se precipitará contra la Tierra la próxima semana.
La atmósfera actúa como el escudo cuasi perfecto para evitar que ya sea alguno de los más de 22.000 deshechos artificiales que orbitan alrededor de la Tierra o un meteorito de tamaño pequeño se precipiten sobre la superficie del planeta. Las condiciones a las que un cuerpo se ve sometido durante su entrada varían según su masa, el ángulo de ingreso y la velocidad que registra. En cualquier caso, cada uno de estos objetos se ve sometido a temperaturas de miles de grados, más que suficiente para que, en la mayoría de los casos, se desintegren y se conviertan en polvo. En líneas generales, la media de pérdida de masa al atravesar la atmósfera de una roca espacial de tamaño pequeño varía desde un 50% a un 98%.
Solo los objetos más grandes -meteoros o aparatos artificiales- pueden superar la erosión de la fricción y llegar a colisionar contra la superficie. Según los parámetros establecidos, el escudo que forma la atmósfera deja de ser efectivo para desintegrar restos metálicos con un diámetro superior a los 30 metros o para meteoros de más de 100 metros - aunque en este caso también dependerá de su composición-. En situaciones normales se puede registrar la entrada de un meteoro cada 10 minutos, la práctica totalidad de las ocasiones sin la más mínima consecuencia ya que de ellos al año solo unos 100 llegan a impactar contra el suelo. Anualmente entran en la atmósfera unas 200.000 toneladas de roca extraterrestre.
El sistema solar consta del Sol, ocho planetas, más de 170 lunas y un incontable número de asteroides, meteoroides y cometas. La mayoría de los asteroides están localizados entre Marte y Júpiter. Sin embargo, cada vez se descubren más asteroides con órbitas cercanas a la de la Tierra.
Como estos asteroides pueden ser del tamaño de un autobús, una casa, o un parque de pelota ("baseball"), un encuentro sería catastrófico. Por ejemplo, se cree que un asteroide de 6 millas de ancho provocó la extinción de los dinosaurios. En el año 1908 otro asteroide explotó al hacer contacto con la átmosfera en Rusia, destruyendo cientos de millas a la redonda.
Un reporte del Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos describe el progreso de la búsqueda de los amenazantes asteroides. El reporte indica que la NASA ha hecho un buen trabajo en detectar asteroides de más de 800 metros de diámetro. Sin embargo, encontrar asteroides medianos de entre 200-800 metros de largo o más ha sido un reto.
El reporte recomienda que para lograr la meta de descubrir el 90% de estos asteroides antes del año 2020, se necesita más presupuesto, así como telescopios terrestres y en órbita. Si la prioridad es ahorrar dinero, se pueden usar telecopios terrestres solamente, pero la meta del 2020 no se va a alcanzar.
Comentario: Para el lector interesado en este tema y en busca de una visión consistente con los hechos, libre de intereses particulares, y sin compromisos con teorías oficiales, sugerimos la lectura de la serie "Cometas y Catástrofes" empezando por el primer artículo de esta colección:
Olvídense del calentamiento global: ¡Estamos a un paso de la extinción!
Al final de cada artículo se encuentra un vínculo al siguiente artículo de la serie.
Según Panasiuk, los científicos descubrieron diferentes tipos de descargas eléctricas en las capas superiores de la atmósfera no relacionadas con tormentas. Además, esta radiación en el espacio cósmico fue observada en regiones sin nubosidad. Los expertos no han llegado a una conclusión determinada sobre las razones de su aparición. Es posible que las ráfagas hayan sido la consecuencia de la ionosfera de la Tierra turbulente.
Aparte de eso, el equipo técnico del satélite detectó un fenómeno desconocido, o sea, brotes de energía débiles registradas sobre toda la superficie de la Tierra. Como explicó el científico, brotes de este tipo más fuertes normalmente se concentran encima de los continentes como rayos durante tormentas.
Comentario: La ciencia oficial permanece con obstinación negando la Teoría del Universo Eléctrico. Esta teoría explica muchos fenómenos a los que las teorías oficiales no le encuentran explicación alguna.
Le recomendamos al lector interesado la lectura de:
- ¿Por qué "universo eléctrico"?
- Geología: Más pruebas del Universo Eléctrico
- Los rayos de los dioses: El Universo Eléctrico
El descubrimiento del asteroide 2011 SF108 fue realizado por el equipo voluntario de seguimiento de asteroides en el Observatorio del Teide (TOTAS por sus siglas en inglés) durante un periodo de observación patrocinado por el por el programa de conocimiento de situación espacial de la ESA (SSA) en septiembre pasado. Esta observación abarcó cuatro días desde la Estación Óptica Terrestre que la ESA tiene en el Observatorio del Teide.
Este no es el primer asteroide encontrado bajo el patrocinio de la SSA, pero es la primera vez que se califica como un "objeto cercano a la Tierra": un objeto que pasa lo suficientemente cerca en su órbita alrededor del Sol como para plantear una amenaza de impacto. Con todo, la órbita del asteroide 2011 SF108 no pasa a menos de unos 30 millones de kilómetros de la Tierra, una distancia segura.
Durante las observaciones de TOTAS, el telescopio funcionó de acuerdo a unas pautas automatizadas para buscar asteroides durante varias horas usando un software desarrollado por el astrónomo aficionado y científico Matthias Busch desde el Observatorio Amateur Starkenburg, en Heppenheim, Alemania. Sin embargo, los avistamientos de asteroides potenciales deben ser evaluados en último extremo por ojos humanos.
Al hacer las pruebas, el experto de nombre Carion identificó que el origen de los daños y la misteriosa materia era un meteorito de 3,5oz que se cree que tiene unos 4570 millones años de edad.
Los meteoritos no son exactamente un hecho cotidiano como es el granizo, pero el meteorito Comette es en realidad el primero de su tipo comparado con los que ya se han encontrado en diferentes ocasiones en el área metropolitana de París.
Durante los últimos 400 años, sólo alrededor de 50 meteoritos han caído a la Tierra en Francia, aunque sean muy pocas las veces que escuchamos noticias como esta.
Comentario: ¿Le parece casual que de un tiempo a esta parte este tipo de eventos se hayan empezado a hacer más frecuentes? SOTT lo invita a leer ¡Eso no es un satélite! Impacto de Meteorito en Buenos Aires, Argentina y sacar sus propias conclusiones...