La Policía de Estocolmo va a pedir refuerzos después de que grupos de jóvenes hayan vuelto a incendiar coches y a lanzar piedras contra los agentes por quinta noche consecutiva, según han informado este viernes las autoridades.
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Alrededor de 30 coches han sido incendiados en los barrios pobres del noroeste y el suroeste de la capital el jueves por la noche y los alborotadores han provocado también importantes daños en propiedades, incluidas escuelas, según la Policía.
Pese a la reputación de igualdad de Suecia, los disturbios han puesto de manifiesto una fractura entre la mayoría rica y una minoría, a menudo jóvenes con raíces inmigrantes, que no pueden encontrar trabajo, carecen de educación y se sienten marginados.
"En términos de extensión, han sido un poco menores y está todo un poco más tranquilo", ha admitido el portavoz de la Policía, Kjell Lindgren, en referencia a los disturbios de la pasada noche. Ocho personas, en su mayoría de unos 20 años, han sido detenidos durante la noche.