El físico británico Stephen Hawking ha respaldado el derecho de los enfermos terminales a elegir acabar con sus vidas y recibir ayuda para hacerlo siempre que se cumplan todas las salvaguardas.
Hawking, postrado en una silla de ruedas, fue diagnosticado de enfermedad neuromotora a los 21 años, cuando le dijeron que le quedaban dos o tres años de vida. Ahora, con 71 años, es uno de los científicos más importantes del mundo, conocido especialmente por su trabajo sobre los agujeros negros y como autor del superventas internacional Una breve historia del tiempo.
En declaraciones realizadas antes del estreno de un documental sobre su vida esta semana, Hawking dijo que apoyaba el derecho a morir, pero sólo si la persona afectada había elegido esa opción. Recordó cómo una vez le pusieron en una máquina que le mantenía respirando tras sufrir una neumonía y su mujer tuvo la opción de apagarla, pero no se trataba de una opción que él hubiera comunicado.
"Creo que quienes tienen una enfermedad terminal y sufren grandes dolores deberían tener la opción de elegir poner fin a sus vidas, y aquellos que les ayuden deberían quedar libres de ser juzgados", dijo Hawking a la BBC. "Debe de haber salvaguardas de que la persona afectada quiere realmente poner fin a su vida y no se está viendo presionada o se hace sin su consentimiento como habría sido mi caso", añadió.
Comentario: El gran drama de los desahucios en España es un "buen" ejemplo del fenómeno de ponerización macrosocial descrito por Andrew Lobaczewski, la Patocracia. El comportamiento despiadado de las distintas instituciones españolas (Gobierno, Iglesia, Justicia, Fuerzas de Seguridad) demuestra que todos estos organismos han sido afectados por este fenómeno.
La invasión de factores patológicos ha llegado ya a su punto final, desarrollando una infección bacteriológica interna de todo el sistema. Tal tragedia también trae consigo algo "positivo", una inmensa cantidad de conocimiento ponerológico, del cual podemos extraer las leyes que gobiernan semejante proceso. Sin conocimiento del "verdadero mal", no podremos defendernos.