
México, el país con mayor vulnerabilidad alimentaria en América Latina
La dificultad para acceder a los alimentos es lo que sitúa a millones de personas en todo el mundo al borde de la inseguridad alimentaria. Aunque en muchas regiones del planeta la producción de alimentos aumentó, el número de personas hambrientas también creció por la falta de una distribución efectiva de esos alimentos y el rápido crecimiento de la población. Esto se traduce en la inseguridad alimentaria que, en un futuro cercano, podría generar grandes conflagraciones, advierten especialistas mexicanos y organismos internacionales.
La falta de nutrientes lleva al subdesarrollo, que trae consigo enfermedades y muerte. Asimismo, lleva a que los trabajadores tengan baja productividad y los países, cuya población está en estas condiciones, presenten bajísimos índices de competitividad internacional. La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece, en su artículo 25, que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, salud, bienestar y, "en especial, alimentación".
Sin embargo, el derecho a una alimentación adecuada no es una realidad para los habitantes de ninguno de los continentes, advierten los organismos internacionales y académicos. Un gran número de países, dependientes de los alimentos que compran en el exterior, tampoco cumplen con los tres requisitos que impone la Declaración: respetar el acceso a la alimentación adecuada, evitar que empresas o particulares priven a las personas de una alimentación adecuada, facilitar y cumplir el acceso de la población a los recursos que aseguren sus medios de vida.