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La joven austriaca presenta en Madrid su libro, un relato estremecedor de sus ocho años de secuestro en Viena.
Natascha Kampusch está en Madrid para presentar el libro
3.096 días (Editorial Aguilar), un relato estremecedor en el que cuenta de primera maño los ocho años que estuvo secuestrada por un psicópata, que la arrebató camino a la escuela cuando tenía apenas diez años y que la mantuvo escondida en un zulo en su propia casa en los suburbios de Viena.
El libro se ha convertido en su mejor terapia y también en un éxito de ventas en Austria, Reino Unido, Francia y Brasil. «Escribir este libro no ha sido fácil porque trata de temas que he intentado olvidar, pero es una forma de no tener que ocuparme más de esta cuestión. He escrito este libro para poner fin a un capítulo de mi vida», aseguró ayer durante un breve encuentro con la prensa.
Tímida, asustada y sin ninguna intención de entrar en el morbo, la joven relató ayer aquellos años terribles en el que no sólo perdió su infancia y parte de su juventud, sino la capacidad de relacionarse y confiar abiertamente en los demás. «El ser humano es capaz de todo. Ahora tengo mucha prevención a la hora de entrar en contacto con los demás. Eso me dificulta mucho todo. Uno nace y enseguida empieza la socialización. En Europa tenemos una cultura y eso es lo que a mí me falta. Eso de adaptarse a los demás, de no decir determinadas cosas, todo eso que se aprende en la juventud. Sé que me faltan capacidades, sobre todo relacionadas con la comunicación y la socialización», aseguró.
Una infancia perdida
Sin embargo, de aquella terrible experiencia no guarda rencor, porque sería una forma «de seguir vinculada» a su secuestrador. «Suelo pensar mucho sobre las cosas, he reflexionado mucho y estoy segura de que si estuviera vivo no habría habido más justicia, estaría cumpliendo una pena impuesta por el Estado pero no sé si habría habido más justicia. Es difícil pensar qué castigo podría tener esa persona, qué podría compensar esa pérdida de mi infancia».