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En internet, los errores, las equivocaciones y las avalanchas de reacciones viscerales pueden ser desencadenadas con un solo clic.Un mundo cada vez más conectado donde las redes sociales nos han convertido a todos en fuentes de noticias, significa que se produzcan traspiés y que la desinformación se emita - y se repita - con mayor rapidez que nunca. Todo empieza a circular antes de que alguien tenga tiempo para pensar.
"Nunca antes había habido tanta presión para hablar antes de saber", dice el escritor de ciencia James Gleick, quien reflejó la velocidad creciente de la sociedad en su libro
Faster, y la avalancha de datos en su publicación del año pasado
The Information. Siempre ha existido un deseo de reunir y difundir noticias, señala, "pero nunca hasta ahora había sido global e instantáneo".