El congreso de la Fundación Valores sobre el Bien Común, Ética y Valores se clausuró el domingo pasado [24 de abril - NdE] en Vitoria con la conclusión de que hay alternativas para que el mundo recupere el rumbo hacia una sociedad armónica. Datos como que 40.000 personas mueren de hambre al día, pese a que generamos un 60% más de los alimentos que necesitamos, ponen de manifiesto la urgencia de cambiar las cosas. Nuevas economías, valores y experiencias señalan que algo está cambiando.
© Quino
El mundo actual está al revés de cómo debería estar y podemos y debemos hacer algo para que recupere su armonía natural, social y cultural. Esta podría ser la principal conclusión del Congreso Proyectos y Utopías para un Mundo Mejor que se celebró el pasado fin de semana en el Palacio Europa de Vitoria, con la participación de destacados expertos como Paco Álvarez, Diego Isabel La Moneda, José Esquinas, Juan Torres, Arturo Boyra, Javier Goikoetxea, Fidel Delgado y María Pinar Merino.
El congreso, organizado por la
Fundación Valores bajo el lema "Bien Común, Ética y Valores", reunió a doscientas personas procedentes de diferentes lugares de España, que escucharon, debatieron, participaron y se emocionaron en las diferentes sesiones. También disfrutaron con la intervención de Rafael Álvarez, El Brujo, de la coral Enol Abesbatza, de Vitoria-Gasteiz, y de la dinámica artística Algara dantza taldea.
Todos los ponentes describieron la distorsión que sufre la economía, la pérdida de valores y las alternativas posibles para reconducir la situación del planeta, que navega sin rumbo porque nadie sabe a dónde conduce el modelo socio económico, que se aleja cada día del horizonte de felicidad colectiva al que como especie aspiramos.
Comentario: Desde luego que éstas son todas ideas muy bellas y al implementarlas se podría, de hecho, mejorar las cosas. Pero la idea de que es difícil que las cosas cambien viene más bien de una evaluación realista de una realidad bastante oscura y de analizar cómo los intentos de lograr estos cambios han sido aplastados una y otra vez por un poder con tentáculos de alcance global. Eso no significa que uno deba resignarse y dejar de caminar en pos de lo que considera lo correcto. Se trata más bien de no tener una perspectiva idealizada y reconocer que entre nosotros existen individuos con una mentalidad patológica que buscarán siempre fraguar o corromper cualquier intento de cambio. Pero al mismo tiempo podemos hacer lo que podamos para manifestar en nuestra vida lo que consideramos correcto, como por ejemplo, actividades que fortalezcan los lazos comunitarios, desarrollar sistemas de intercambio colaborativo con amigos o vecinos, esforzarnos por comprender nuestra actualidad y compartir lo que aprendemos para que otros también lo puedan ver, etc. Al fin y al cabo, lo que prevalece en la especie humana y nos ayuda a evolucionar es la capacidad de establecer redes comunitarias y ayudarnos entre todos. Les invitamos a leer:
Los seres humanos solo pudieron evolucionar gracias a los lazos sociales. Confiar en los demás parece ser una estrategia evolutiva que cumplió su función durante mucho tiempo. En esa lucha evolutiva, el hombre estaba opuesto a un "enemigo natural", el medio ambiente. Todo lo que tenía era su gran cerebro para compensar su limitada fuerza y velocidad; y por supuesto,su trabajo en red.
En la actualidad, ya no estamos enfrentados al mundo natural, ahora nos oponemos a una cultura que ha sido lentamente infiltrada y utilizada por personas patológicas. Al mismo tiempo, este mundo externo que ha sido moldeado desde la patología, también representa un cierto estado de enfermedad dentro de los seres humanos normales - su falta de habilidad para ver la patología en individuos que parecen iguales a ellos - un depredador dentro de la misma especie. La falla de la humanidad para percibir esto, para adaptarse, significa que nuestro mundo interno, formado desde el externo por medio de la identificación, se ha transformado en un "poder independiente" que, en cambio, es nuestra propia creación por medio de la proyección. Después de todo, son los seres humanos normales, no los patológicos, quienes tienen el verdadero poder para "crear la realidad" como grupo. Los seres patológicos solo nos influencian - mayormente a las mujeres - para creer ciertas cosas como norma, y luego nosotros actuamos cuando tiran de las cuerdas.
Esta realidad externa que posee semejante poder de influencia sobre la formación de nuestro carácter y del enfoque de nuestra creatividad, se ha vuelto un poder en si mismo y estamos siendo desafiados a transformarnos en "nuevos seres" que puedan adaptarse evolutivamente a esta situación cambiante. O nos volvemos completamente patológicos, en cuyo caso no habrá estrés (el camino del Servicio a si mismo), o regresamos a nuestras raíces llevando con nosotros el conocimiento del nuevo "oponente", el cual nos permitirá reconstruir nuestras relaciones y estructuras sociales, y sobrevivir a los cambios masivos que nos esperan.
Porque, realmente, incluso si no se manifiesta ningún escenario cataclísmico por factores externos, cualquiera que tenga dos neuronas funcionando puede ver que definitivamente nos estamos dirigiendo hacia un "choque de civilizaciones", aunque eso no sea lo que se esté diciendo. Es un choque de seres humanos normales contra los seres patológicos, y ahora mismo, ellos tienen todos los recursos (que consiguieron a través del engaño y del fraude). Incluso el escenario más suave que nos puede deparar el futuro no es fácil de contemplar: el cambio climático y su efecto sobre la humanidad. No es un panorama agradable.
Todos para uno y uno para todos
- Laura Knight-Jadczyk -
Recomendamos también los siguientes artículos:
Comentario: En el fondo los seres humanos se entienden, tienen los mismos gustos, los mismos deseos de pasar unos buenos ratos juntos y esto más allá de la religión o de la nacionalidad. El terrorismo existe para dividir y separar, para provocar odio y rechazo de los otros y esto es muy conveniente para los poderes. Cuando mas division mas control.