© Yasmin PeñaCampesinos paraguayos reclamando por las fumigaciones.
Huelga general de médicos y docentes por tres días, a partir de este martes 30, abarcando todo el país, y el compromiso público, hecho por la Facultad de Medicina, de participar en el creciente debate nacional sobre los efectos nocivos sobre la salud y alimentación humana de la siembra transgénica y su fumigación agrotóxica, marcan un singular despertar gremial y académico en Paraguay.
Ello se suma a la incesante movilización de campesinos,
reclamando tierra y contra la represión que vienen ejecutando las fuerzas conjuntas Ejército-Policía, conducidas por expertos de Estados Unidos, Israel y Colombia, en las zonas de mayor pobreza, buscando forzar el abandono de la población de los rancheríos, para dar paso a los sembradíos de soja y maíz, y a la ganadería intensiva, con la consiguiente deforestación de unas 500 hectáreas por día en algunas zonas. Un millón de labriegos, entre los seis millones de habitantes, han sido desplazados hacia los cinturones urbanos en los últimos diez años. Del total, el 42 por ciento aún reside en el campo.
Movimientos sociales de diversos órdenes protagonizan también este clima de agitación popular en aumento, destacando una participación juvenil activa y novedosa en las calles y ocupando importantes espacios en el ambiente universitario, hasta poco tiempo atrás casi ausente en las luchas contra el gobierno del empresario Horacio Cartes y su política de privatización de las empresas públicas y de exhortación a los inversionistas extranjeros, a quienes ofrece el país en bandeja, sin control ni gravámenes impositivos para sus capitales, "porque Paraguay es fácil y hay que verlo como a mujer bonita".
© Yasmin Peña
Una ola de indignación y repudio ciudadano se desliza como aceite por todo el territorio, denunciando la corrupción pública y privada con documentación responsable, producto de años de investigación acumulada por organizaciones diversas, que están preocupando a los sectores políticos, empresariales e incluso religiosos, que por décadas han sostenido este vicioso sistema de Estado fallido, cuya propia venalidad
lo ha sometido a los consorcios transnacionales de la especulación financiera y del agronegocio.
Comentario: No hay forma de que un pueblo en el que hay un porcentaje tan alto de población rural, que es asediada constantemente por las fumigaciones y los hostigamientos relacionados a la producción transgénica, no se levante en algún momento ante un gobierno que promueve la propagación de la misma sin ningún reparo en los efectos nocivos que trae a nivel ambiental, social y sanitario. Para saber más sobre el tema, les invitamos a leer los siguientes artículos:
* No existe consenso científico sobre la seguridad de los transgénicos
* Más de 800 científicos del mundo firmaron para eliminar los transgénicos del planeta
* Recopilando evidencia científica sobre los impactos negativo de los cultivos y alimentos genéticamente modificados
* Transgénicos: Una gran mentira
Enfoque SOTT - ¿Sufre Usted de inflamación por causa de los alimentos transgénicos?
Vea también el documental sobre transgénicos en Paraguay: