Alerta máxima de epidemias en Cebú, tras la masiva acogida de evacuados en la isla. Enfermedades como el tétano, hepatitis, dengue, fiebre tifoidea, disentería bacteriana y posiblemente cólera, amenazan la capital cebuana y al resto del archipiélago.
"Estamos muy preocupados porque no sabemos cómo controlar la situación. Una vez llegan los rescatados de Tacloban o Samar, les alimentamos y damos cobijo, pero muchos de ellos están enfermos y no podemos abarcarlo todo. Algunos se presentan en un estado normal, pero incubando cualquier virus, que luego transmiten al resto, y no tenemos suficiente personal" afirma Lucelle Mercado, presidenta del Consejo Local de Salud de Cebú.
© EFE Un hombre permanece en una zona devastada por el tifón Haiyan en Guiuan, en la isla de Samar.
Mercado ha organizado una reunión urgente con el alcalde de la ciudad, Michel Rama para canalizar los protocolos de emergencia y proteger a los cebuanos. Rama, ha pedido a los organismos internacionales ayuda, "Debido al terremoto que sufrimos hace un mes, nuestros hospitales están dañados y no tenemos equipos de emergencia suficientes. Necesitamos médicos extranjeros".
Desde el viernes, un equipo de doctores taiwaneses se ha instalado en Mactan, donde se encuentra el aeropuerto y el puerto cebuano, para llevar a cabo la revisión de los refugiados, y controlar que no se propaguen las enfermedades infecciosas. Aunque las autoridades confirman que la situación está controlada y no se debe crear alarma social. "La mayoría de los recién llegados han sufrido deshidratación, dolencias gastrointestinales, diarrea y problemas respiratorios, pero mejoran con los antibióticos", explica la enfermera Cortes que colabora en los primeros reconocimientos en la base militar de Mactan.
Según Médicos Sin fronteras, los casos más graves vistos por sus equipos corresponden a personas con heridas directamente causadas por el impacto del viento, o por cortes y magulladuras al andar, muchos de ellos descalzos, sobre los escombros."Por eso la vacunación contra el tétanos es una prioridad". Por otro lado sus profesionales permanecen en alerta ante la posibilidad de enfermedades peligrosas, que además son endémicas en esta región, aunque tal y como apunta la Dra. Reyes, "aún no hemos detectado ningún caso, pero nos preocupa el que las condiciones en que la gente subsiste a consecuencia del tifón pueda provocar un brote de alguna de ellas".