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Una parte de la necrópolis de Cirene, una antigua ciudad griega en el noroeste de Libia, ha sido destruida para dar paso a la construcción de casas y comercios ante la apatía de las autoridades locales.
A pesar de estar catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, los agricultores locales reclaman la propiedad de ciertas partes de la necrópolis, por lo que recientemente con ayuda de maquinaria pesada las han destruido para dar paso a la construcción de nuevas viviendas, denuncia la cadena de televisión francesa
France24.Fundada en el siglo VII a.C., Cirene era la colonia griega más antigua y más importante en el este de Libia, una región conocida en la actualidad como Cirenaica. De su grandeza pasada, la ciudad ha conservado una vasta necrópolis que incluye templos, restos de calles, un acueducto, teatros y tumbas.