"Estamos muy preocupados porque no sabemos cómo controlar la situación. Una vez llegan los rescatados de Tacloban o Samar, les alimentamos y damos cobijo, pero muchos de ellos están enfermos y no podemos abarcarlo todo. Algunos se presentan en un estado normal, pero incubando cualquier virus, que luego transmiten al resto, y no tenemos suficiente personal" afirma Lucelle Mercado, presidenta del Consejo Local de Salud de Cebú.Mercado ha organizado una reunión urgente con el alcalde de la ciudad, Michel Rama para canalizar los protocolos de emergencia y proteger a los cebuanos. Rama, ha pedido a los organismos internacionales ayuda, "Debido al terremoto que sufrimos hace un mes, nuestros hospitales están dañados y no tenemos equipos de emergencia suficientes. Necesitamos médicos extranjeros".
Desde el viernes, un equipo de doctores taiwaneses se ha instalado en Mactan, donde se encuentra el aeropuerto y el puerto cebuano, para llevar a cabo la revisión de los refugiados, y controlar que no se propaguen las enfermedades infecciosas. Aunque las autoridades confirman que la situación está controlada y no se debe crear alarma social. "La mayoría de los recién llegados han sufrido deshidratación, dolencias gastrointestinales, diarrea y problemas respiratorios, pero mejoran con los antibióticos", explica la enfermera Cortes que colabora en los primeros reconocimientos en la base militar de Mactan.
Según Médicos Sin fronteras, los casos más graves vistos por sus equipos corresponden a personas con heridas directamente causadas por el impacto del viento, o por cortes y magulladuras al andar, muchos de ellos descalzos, sobre los escombros."Por eso la vacunación contra el tétanos es una prioridad". Por otro lado sus profesionales permanecen en alerta ante la posibilidad de enfermedades peligrosas, que además son endémicas en esta región, aunque tal y como apunta la Dra. Reyes, "aún no hemos detectado ningún caso, pero nos preocupa el que las condiciones en que la gente subsiste a consecuencia del tifón pueda provocar un brote de alguna de ellas".
Comentario:
(Partes 11 y 12 en inglés)
El manuscrito original de esta obra fue arrojado al fuego minutos antes de una redada por parte de la policía secreta en la Polonia comunista.
La segunda copia, escrita nuevamente con mucho esfuerzo por científicos que trabajaron en condiciones intolerantes de violencia y represión, fue enviada por correo al Vaticano. Nunca se acusó recibo, y el manuscrito y todos los datos valiosos que contenía se extraviaron.
En 1984, Andrzej Łobaczewski, el último sobreviviente entre los investigadores a cargo de este estudio, redactó la tercera y última copia con todo lo que pudo recordar. Zbigniew Brzezinski obstaculizó su publicación.
Tras medio siglo de censura, este libro está finalmente disponible.
La ponerología política sorprende por sus sobrias descripciones clínicas sobre la verdadera naturaleza del mal. Es emocionante en los párrafos literarios que reflejan el inmenso sufrimiento del cual fueron víctimas los investigadores que se vieron infectados o destruidos a causa de la enfermedad que estaban estudiando.
Tenemos la esperanza de que esta traducción alcance el corazón del mundo hispanohablante, que sufre a causa de los fenómenos patológicos descritos en este libro, y lo ayude a liberarse del mal que lo acecha del mismo modo que al resto del mundo. Esperamos también que el esfuerzo gigantesco y todo el sufrimiento por el que tuvo que pasar Andrzej M. Łobaczewski no sean en vano.