Mientras miles de personas en varios países se angustian cada minuto que los aproxima al 21 de diciembre,
supuesta fecha del fin del mundo de acuerdo a una interpretación de la profecía de los Mayas, otros miles aprovechan la oportunidad para obtener ingresos con ideas tan estrambóticas como vender una Arca de Noé o garantizar el "viaje al Cielo" por $15 dólares y "al infierno" por $18.
Histeria en Estados UnidosEn los Estados Unidos, millones de personas que se los identifican como los "preparacionistas", esperan esa fecha el colapso de la sociedad o de plano el fin del mundo.
Temen un cataclismo mundial, o el descalabro del gobierno y las instituciones sociales, o desastres de carácter regional como un
huracán, una gran inundación, o disturbios y motines. Dependiendo de que temen, acumulan alimentos, medicamentos, herramientas, linternas, baterías y, por supuesto, armas y munición. Otros guardan monedas de oro, compran tierras, fertilizante, semillas.
Los más extremistas
temen que el apocalipsis llegue en la forma de una súper tormenta solar, el impacto de un meteorito gigante y la subida de los niveles del mar.Por alguna razón la elección en 2008 del primer presidente negro de Estados Unidos,
Barack Obama, aceleró las preparaciones de cientos de miles de familias que vieron en ello un signo del fin de los tiempos.