© DesconocidoLas películas francesas baten récords de audiencia gracias a la crítica social utópica y cómica a las políticas del presidente
La producción francesa de películas batió este 2011 de nuevo récords de audiencia, confirmando así el buen momento que atraviesa el séptimo arte del otro lado de los Pirineos. La auténtica novedad, además, fue que ese exitazo multimillonario de público se jugó gracias a unas cuantas películas cuya baza no era un presupuesto o director norteamericano, sino su contenido: apostaban fuertemente y sin complejos por una crítica social indirecta del sarkozysmo a base de utopía, ensueño y comedia.
Las cifras oficiales quedan para la historia en la web del Centro Nacional del Cine francés (CNC). En 2011, como si no existiera esta crisis que, a causa de la voracidad de los capitalistas y de la estupidez de los gobiernos, hace cada vez más caro ir al cine, los de nuestro país vecino llenaron las salas, y aumentaron su asistencia a filmes de producción local. A lo largo de la
pasada temporada, se registraron 215 millones de espectadores, el mejor resultado en 45 años, según datos divulgados ayer mismo por el Centro Nacional del Cine Francés.
La auténtica sorpresa fue que el CNC constata igualmente una subida de la cuota de audiencia de la producción francesa. Un 41,6% de las entradas se vendió para ir a ver un filme
made in France. Representa un aumento respecto al 36,5% del año precedente. Hollywood, obviamente, también predomina aquí, pero se mantiene estable a un moderado 45% de cuota de audiencia en 2010 y 2011, lejos de proporciones aplastantes como las de España.