© J. G. BadíaJosé Riquelme Pte. de la Asociación de Víctimas de la Talidomida
José Riquelme ha convertido Alcantarilla en la sede nacional de la lucha a favor de los afectados por la talidomida, un medicamento que se distribuyó en España entre los años 1960 y 1970 para, entre otras indicaciones, evitar las náuseas del embarazo. El compuesto se relacionó con graves malformaciones en los hijos de las mujeres que lo tomaron. Desde hace más de 10 años, Riquelme trata junto con un grupo de 200 afectados, de que se reconozcan los daños sufridos y se asuman responsabilidades. Avite, la asociación creada para reclamar compensaciones, sienta hoy en el banquillo a las farmacéuticas que distribuyeron en España la Talidomida para reclamarles 156 millones de euros.
-¿Cómo están ahora los afectados por la talidomida en España?- La situación es singular y peculiar. Estamos muy dolidos. En todos los países del mundo hace décadas se solucionó este problema menos en España. Aquí el año pasado el Gobierno aprobó un decreto y solamente indemnizó a 19 personas. Ya es un mérito, porque
reconocen oficialmente la existencia de afectados, cosa que ningún gobierno anterior había hecho. En la asociación hay 200 miembros con el denominador común de padecer minusvalías congénitas de nacimiento, y son todos posibles afectados de talidomida. Nosotros calculamos que en España podemos ser, entre vivos y fallecidos, unos 3.000.
- ¿Con quién están ustedes más molestos, con un gobierno que se ha quedado corto en su respuesta o con las farmacéuticas con las que no parece fácil llegar a un acuerdo?- El Gobierno ha indemnizado poco y a pocos, y máxime teniendo en cuenta los tiempos difíciles que corren. Pero
las farmacéuticas son imperios económicos grandes que tienen una deuda muy grande pendiente de saldar con nosotros, después de haber cometido en nuestros cuerpos el mayor atentado farmacológico de la historia, y no vamos a permitir que salgan indemnes. Además, no pedimos venganza, solo justicia.
En España estuvo vendiéndose varios años más, después de su retirada en el resto del mundo, un medicamento que recetaban a las madres embarazadas.