El Niño de la Sociedad
El pavoroso crimen se registró en el barrio Jazmín Occidental, de la localidad de Kennedy.
Según el informe preliminar de la Policía, la niña había salido de su casa a hacer un mandado y no retornó, por lo que sus padres pusieron la respectiva denuncia.
Inmediatamente la Policía emprendió las operaciones de búsqueda, en medio de las cuales recibieron una llamada sobre el hallazgo del cadáver de la menor.
Una madre mató a tiros a dos hijos de corta edad e hirió de gravedad a otra hija, para posteriormente suicidarse en Denver (Colorado), sin que por el momento se haya informado de las causas del asesinato.
La cadena CBS Denver informó de que los fallecidos son Nevaeh, de 6 años, y Eric, de apenas dos años de edad.
Los detectives creen que la atacante quiso castigar el hecho de que la víctima trabajara en una tienda de lencería íntima.
Naomi, quien también perdió su cabellera y las pestañas en el ataque, ha sido objeto de múltiples operaciones e injertos de piel para reparar el daño que padeció en las diferentes partes de su cuerpo.

El menor Ethan quien fue tomado como rehén por Jimmy Lee Dykes fue rescatado por las fuerzas del orden en un refugio en la zona rural de Midland, Alabama.
"Las negociaciones con el secuestrador, Jim Lee Dykes, se deterioraron, el FBI se movilizó para rescatar a Ethan, quien está en un hospital para ser valorado, se encuentra bien". Aseguraron autoridades de Alabama.
Secuerstrador de Alabama
Las autoridades describieron al captor, Jim Lee Dykes, quien murió en la operación, como una persona aislada con pocos amigos y ningún familiar cercano.
El proyecto nacional "Los invisibles de las plantaciones"¹ ha contribuido, de manera decidida, a evidenciar y denunciar la grave situación de explotación y violación a los más elementales derechos laborales que sufren unos 80 mil trabajadores agrícolas estacionales e itinerantes, durante el período de las grandes cosechas hortofrutícolas.
"Comenzamos por visitar en camper a varias plantaciones de tomate en la región Apulia (Puglia en italiano), donde la mayoría de obreros agrícolas son tercerizados (caporalato²), trabajan sin contrato, sin derechos ni prestaciones, sin límites de horario.
Ganan 20 euros diario y, de este salario de miseria, tienen que pagarle al 'caporal' por el transporte, la alimentación y el agua. Viven en barracas dentro de las fincas, en una situación altamente explosiva y en condiciones degradantes", explicó a Sirel, Silvia Guaraldi, responsable del Departamento de Organización de la FLAI-CGIL.
Además de dar a conocer y denunciar estas situaciones, el trabajo desarrollado durante las visitas a las plantaciones de tomate, naranja y manzana, consistió en brindar asesoría y capacitación a los trabajadores y trabajadoras sobre sus derechos laborales y sindicales, así como asistencia legal y ayuda directa a causa de las precarias condiciones en que se encuentran los obreros.
El colaborador de RT Gonzalo Wancha informa desde Mali sobre los daños colaterales que quedan en segundo plano del "discurso victorioso militarista" de París.
"Tras una reciente fase de la operación francesa, las tres principales ciudades del norte de Mali se consideran liberadas de los rebeldes", informa el colaborador de RT Gonzalo Wancha. Sin embargo, los terroristas no han sido derrotados, simplemente se han replegado y han huido. En general, esta guerra está siendo muy desproporcionada en cuanto al saldo de víctimas, señala Wancha.
En la localidad de Konna, conoció uno de los casos más significativos que "ejemplifican lo imprecisa que está siendo esta guerra. Esta pequeña localidad del centro de Mali fue tomada durante tres días por las milicias del Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO) que huyeron al norte, con la llegada de los franceses.
Los estudiantes españoles de secundaria inician una huelga de tres días contra la reforma educativa. Esta es la segunda 'semana de lucha' en lo que va de curso académico, tras la celebrada el pasado mes de octubre.
Su rostro estaba tan pálido como las sábanas blancas que cubrían su cuerpo; sus hundidos ojos estaban llenos de lágrimas. Gritaba: "No, así no, así no", intentando esconder su tragedia.
Laiz, de apenas tres años, era demasiado consciente de su presente y su futuro, de su pierna derecha amputada y de sus manos paralizadas. Le habían rescatado de entre los escombros después de que sus padres murieran en el bombardeo de la casa de su familia en las afueras de Damasco.
Los hospitales públicos no le admitían porque, teniendo en cuenta la barriada de la que procedía, ese niño podría ser un terrorista o un infiltrado. Los hospitales privados exigían el pago por adelantado, y no era momento de ponerse a recoger dinero de otras personas desafortunadas.
Por tanto, Laith se pasó diez días en un hospital de campaña que apenas disponía de medicamentos y equipamiento; tuvieron que amputarle la pierna derecha hasta casi el torso. Temiendo por su otra pierna, su maternal tía y los voluntarios de la ayuda recogieron dinero para poder realizar varias operaciones. Cuando Laith despertó, se quedó conmocionado al ver que sus padres no estaban allí y aterrado ante la desaparición de su pierna derecha. Su pierna izquierda estaba rodeada de placas de metal y otros soportes. Y no podía mover las manos.
"Me rompió el corazón cuando se puso a llorar de vergüenza al ver que el doctor me mostraba sus piernas", me dijo Suha, una de las voluntarias de la ayuda. "Es tan pequeño e indefenso, aunque sabe perfectamente lo que le espera: una vida llena de calamidades, y ¿de qué es culpable, qué delito ha cometido?"
Suha estaba tratando de organizar la ayuda para salvar a Laith. Los rayos X mostraban numerosos puntos negros, grandes y pequeños, a causa de la metralla que se le había incrustado por todo el cuerpo. Cuando le visitó en el hospital, Suha le llevó un juguete para animarle y ganarse su confianza. Le hizo una foto con su teléfono móvil. El pequeño sonrió cuando le preguntó si quería ver la foto, pero estalló en llanto cuando vio que no podía mover los dedos para sostener el teléfono.
El suceso se produjo poco antes de las doce del mediodía cuando un hombre de unos 50 años esgrimió dos cuchillos. Con uno de ellos amenazó con cortarse la garganta, informa Dailymail.co.uk.
Un hombre que estaba siendo juzgado por atacar a una persona deberá responder por las nuevas agresiones que ahora propinó en contra de su abogado en plena audiencia en Estados Unidos.