© DesconocidoEl control de la industria farmacéutica sobre la ciencia médica llega a extremos alarmantes
Sostienen que responde a intereses farmacéuticos y a una cura efímera. En el otro extremo,el psicoanálisis sería una opción para quienes pueden pagar.A partir de mayo de 2013, buena parte de los profesionales de la salud mental del mundo se regirá por un nuevo manual que define las enfermedades de la psiquis y cuyo borrador viene levantando polvareda. Será la quinta versión que publicará la Asociación Psiquiátrica Americana del conocido DSM, forma abreviada de su nombre en inglés que refiere a Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales.
Esta biblia - contemplada por la nueva Ley de Salud Mental - para presentar ante las obras sociales el diagnóstico y tratamiento de un paciente, ha recibido fuertes críticas por las nuevas enfermedades mentales que clasifica,
ya que muy pocos seres humanos estarían en condiciones de ser considerados normales o saludables.
Inquietos por el futuro de la salud mental en relación a lo que depare el DSM-V, dos psicoanalistas cordobeses miembros de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL), César Mazza y Pilar Ordóñez, aportan a la controversia el hecho de que el manual "al codificar, r
educe el acto médico a encasillar en una clasificación y recomendar un medicamento, con lo
que se promueve el consumo
de una pastilla, sin tener en cuenta la singularidad de cada persona".
Al mismo tiempo, consideran que "
es funcional a los sistemas de salud y de seguridad social, en particular de Estados Unidos, y a intereses de la industria farmacéutica, ya que los trastornos mentales se solucionarían con una pastilla y con terapias comportamentales que prometen regularizar desórdenes en pocas sesiones".