La deuda que alimentó el auge del esquisto en los Estados Unidos ahora amenaza con revertirlo. Las compañías perforadoras destinan más ingresos que nunca al pago de intereses. Un ejemplo de ello es Continental Resources Inc., la empresa a la que se atribuye haber convertido Bakken Shale, en Dakota del Norte, en una de las regiones petroleras más grandes del mundo, que gastó casi tanto como Exxon Mobil Corp., una empresa 20 veces más grande.
La carga se hace cada vez más pesada luego de que los precios del petróleo cayeran 43 por ciento en el último año. Los pagos de intereses se llevan más del 10 por ciento de los ingresos de 27 de las 62 compañías perforadoras del Índice de Producción y Exploración Independiente de América del Norte de Bloomberg Intelligence, más que las 12 de hace un año.
La deuda de las compañías perforadoras aumentó a US$235.000 millones a fines del primer trimestre, un incremento de 16 por ciento en el último año, a pesar de que los ingresos se contrajeron.
"La pregunta es durante cuánto tiempo más podrán seguir así", dijo Thomas Watters, un analista de crédito de gas y petróleo de Standard Poor's en Nueva York. Las firmas con calificaciones crediticias más bajas "se limitan a sobrevivir", dijo.
El problema de las perforadoras de esquisto es que han gastado dinero más rápido de lo que lo han ganado, incluso cuando el petróleo estaba a US$100 por barril. Las compañías del índice de Bloomberg gastaron US$4,15 por cada dólar ganado con la venta de petróleo y gas en el primer trimestre, más que los US$2,25 de igual periodo del año pasado, mientras que llevaron la producción petrolera de los Estados Unidos al nivel más alto en más de 30 años.
"Hay un problema de liquidez, y se empieza a prestar atención al gasto de efectivo", dijo Watters.
Comentario: ¿Será este otro circo como el de las elecciones norteamericanas? Así parece ser, aunque las intenciones de cada candidato sean algo buenas hasta cierto punto.