Traducido por el equipo de traductores de Sott en español.
En la ausencia del odio, uno puede comprender a los palestinos, sin ello, incluso algunas de las demandas pueden parecer razonables y justificadas.
¿Podríamos llevar a cabo un diálogo, aunque sea corto, que no esté saturado de odio venenoso? ¿Podemos soltar por un momento, la deshumanización y demonización de los palestinos, y hablar de forma desapasionada de la justicia, dejando de lado al racismo? Es crucial que lo intentemos.
En la ausencia del odio, uno puede comprender a los palestinos, sin ello, incluso algunas de las demandas pueden parecer razonables y justificadas
. Tal discurso racional llevaría a cualquier persona decente a conclusiones claras. Tal diálogo revolucionario podría incluso avanzar la causa de la paz, si uno aún se atreve a decir tales cosas. ¿A qué nos enfrentamos? Un pueblo sin derechos que, en 1948 fue desposeído de su tierra y territorios, en parte por su propia culpa. En 1967 otra vez perdió sus tierras y derechos. Desde entonces, ha vivido bajo condiciones experimentadas por pocas naciones. La franja occidental está ocupada y la franja de Gaza asediada. Esta nación intenta resistir, con sus escasos poderes y con métodos a veces sanguinarios, como lo ha hecho toda nación conquistada a lo largo de la historia, incluso Israel. Tiene el derecho de resistir, hay que decir.
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