El Niño de la Sociedad
Algunos medios estadounidense como la revista The Atlantic han destacado que la diferencia de ingresos entre los más ricos y los más pobres de EE.UU. ha superado en la última década a la de varios países de Latinoamérica, tradicionalmente considerada la región más desigual del mundo.
Estados Unidos ha superado en desigualdad a Venezuela, según el coeficiente Gini, una fórmula que es usada por la agencia de inteligencia estadounidense, la CIA, en su Libro de Datos del Mundo, una fuente ampliamente usada por académicos y periodistas.
Desde hace décadas, la sociedad estadounidense ha sido mucho más desigual que las de otros países desarrollados como los europeos, pero las diferencias de clase eran menores que las que existían en los países de América Latina.
En la última década, sin embargo, países como Chile, Brasil o México redujeron su desigualdad, mientras que en EE.UU. ocurrió lo contrario.
El caso ocurrió el pasado lunes 5 de septiembre cuando un menor de 13 años transitaba por el barrio A-4, rumbo a la escuela. De pronto y según cuentan los investigadores, se le acercó un vehículo extraño desde el cual un hombre lo invitó a subir. Ante la negativa del chico, fue subido por la fuerza según su propio relato efectuado ante las autoridades policiales y luego judiciales.
El supuesto depravado, un hombre de 40 años, conocido como "Cerebro", se habría dirigido con el niño hasta la casa donde vive en condición de inquilino, localizada en avenida San Martín casi Luchesi de Posadas. Ahí lo mantuvo cautivo casi todo el día, incluso lo alimentó y hasta le pidió que se bañara, todo con el fin de cometer el acto más aberrante.
Su intención había sido clara desde un principio: someterlo sexualmente, siempre según el relato del niño al escapar de esa horrible pesadilla. Ahora "Cerebro" tiene tiempo de sobra para pensar y hacer honor a su apodo. Desde ese mismo día se encuentra detenido y pronto a ser procesado por el delito de abuso de menores con acceso carnal, según fuentes del juzgado de Instrucción Nº6, que se dieron a conocer la semana pasada.
Geneviève Jacques, encargada de misión por la FIDH y la Cimade (Grupo antirracista de acompañamiento y de defensa de extranjeros y de migrantes) estaba de paso en Ginebra, el miércoles 14 de septiembre al margen de la 18 Sesión del Consejo de los Derechos Humanos, para, entre otras cosas, denunciar la actitud del gobierno francés que rechaza todavía acoger el mínimo refugiado de la guerra de Libia. Ignora así las peticiones del Alto Comisariado para los Refugiados (HCR). "El compromiso militar de Francia debería al contrario dar más responsabilidad hacia las víctimas de la guerra", estima la Señora Jacques que acaba de cumplir una misión en los campos de refugiados instalados en Túnez y en Egipto en abril y mayo.
Se multiplica la muerte de abejas en todo el mundo y todavía se desconoce una causa certera. Argentina, por ahora, a salvo del fenómeno.
"Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, el hombre no tendría más que cuatro años a vivir. No más polinización, no más hierba, no más animales, no más hombres". Con esta frase Albert Einstein alertaba tiempo atrás los peligros que se presentarían en el mundo en el caso de que las abejas se extinguieran. Sorprendentemente esto está ocurriendo.
Desde el 2006 los apicultores norteamericanos y luego también los europeos empezaron a notar que las abejas se estaban muriendo. Los científicos llaman al problema Trastorno del Colapso de las Colonias y a pesar de que no saben el porqué, estos insectos simplemente se mueren y en la mayoría de los casos lo hacen sin dejar rastro alguno, sólo desaparecen.
Según la organización Save the Children, existen 1.100 adolescentes explotadas sexualmente en el departamento oriental de Madre de Dios, uno de los menos poblados del país y con mayoría de población indígena.
"Casi siempre las adolescentes son traídas desde Cusco o Puno con engaños para trabajar en tiendas o trabajos domésticos, pero luego terminan colocándolas en bares para 'acompañar' o prostituirse", afirmó la psicóloga Hilda Calderón, perteneciente a la asociación Huarayo, que brinda albergue a las jóvenes rescatadas.
En los alrededores de los campamentos de minería ilegal distribuidos por el departamento existe por lo menos un lugar en donde se ejerce la prostitución y que tiene como fachada un bar, popularmente conocidos por la policía como "prostibares". En cada local pueden trabajar entre 40 y 50 mujeres.
Esta semana la Oficina del Censo del gobierno estadounidense, dependiente del Departamento de Comercio, dio a conocer su reporte anual sobre ingreso, pobreza y cobertura de seguro médico en Estados Unidos durante el 2010, del cual destaca el aumento en el número de personas que viven en pobreza en la Unión Americana, cifra que alcanzó el año pasado los 46.2 millones de habitantes, esto es, casi 1 de cada 6 personas. Se mantiene así por cuarto año consecutivo el incremento en este rubro, que posee además algunas subcategorías que merecen consideración especial.
En las estadísticas gubernamentales una persona es pobre si sus ingresos anuales alcanzan hasta los $11,139 dólares, o los $22,314 en el caso de una familia con cuatro integrantes.
El año pasado el porcentaje de pobres en la Unión Americana pasó del 14.3% en 2009 al 15.1%, lo cual es consistente con otro dato que este mismo reporte ofrece: el promedio de ingresos anuales en los hogares estadounidenses cayó en 2010 un 2.3%, resultando en $49,445 dólares al año.
Sin embargo, la pobreza no se comporta uniformemente. Algunos sectores de la población resultaron más afectados que otros: los negros y los hispanos, por ejemplo, son mucho más pobres que otros grupos, lo mismo que jóvenes y niños estadounidenses de menos de 18 años de edad.
El joven, que podría tener unos 17 años, solo habla inglés, casi nada en alemán y dice que su nombre es Ray. Además insiste en que no sabe sus orígenes. Según el chico, vivió aislado con su padre desde la muerte de su madre, cinco años antes.
El Consulado británico en Alemania y la Policía local tratan de identificar su identidad. La policía germana se puso en contacto con la policía internacional, la Interpol, para investigar si el joven figura en la lista de británicos desaparecidos.

Cientos de ciudadanos de Nueva York cerca de Wall Street, para expresar su frustración con la economía.
Cientos de personas se han concentrado en el parque Bowling Green del distrito financiero de Nueva York, próximo a la sede de la Bolsa, donde este domingo pretenden "coger el toro por los cuernos" y "ocupar Wall Street", en palabras de los organizadores.
"La única cosa que tenemos todos en común es que somos ese 99 por ciento que no va a tolerar la codicia y la corrupción del uno por ciento", afirma la web 'Ocupa Wall Street' (Occupy Wall Street, en inglés) en un comunicado.
Esta acción multitudinaria, señala el mismo documento, pretende responder al principio del "beneficio por encima de todo" que domina las políticas norteamericanas, la cultura y la humanidad.
Al grito de "París, en pie, sublévate" y "Poco a poco vamos hacia Bruselas", los manifestantes se encaminaron a la Plaza de la Bastilla para una concentración popular.
"Pedimos la paz, la paz económica y moral", expresó un español llamado Rafael, de 39 años de edad, que dirigía una empresa de pintura hasta que la crisis en su país obligó a despedir a sus 20 empleados y quebró.
Por su parte, Pierre-Yves, de 29 años, uno de los organizadores de la protesta, dijo que "somos un movimiento pacífico, ciudadano, que tiene ganas de que las cosas cambien".
Este sábado la abogada del grupo, Christine Mussche, incoará un proceso civil ante el tribunal de primera instancia de la ciudad belga de Gante. Según la defensora, ella representará formalmente a unas 70 víctimas de vejaciones por parte de eclesiásticos, una cincuentena de los cuales duda, sin embargo, que la querella prospere.
Actualmente, la Justicia belga investiga varios supuestos casos de pederastia por parte de religiosos, que podrían haber afectado a centenares de personas.
Una comisión independiente de Bélgica designada por la Conferencia Episcopal para tratar este tipo de denuncias ha documentado al menos 475 querellas de abusos en el mundo eclesiástico entre 1960 y mediados de los ochenta. Trece de estas víctimas se suicidaron.